¿Qué y Quiénes son los patógenos?
Los patógenos son todos los agentes biológicos microscópicos que tienen la capacidad de entrar dentro de un huésped y causan algún tipo de dolencia. El huésped puede ser tanto un animal como una planta. El proceso mediante el cual el patógeno causa una enfermedad se denomina infección y por ejemplo cuando un patógeno se introduce dentro del tejido del oído y empieza a infectarlo se denomina otitis, la terminación “-itis” denomina que es una infección. Del mismo modo podemos encontrar gastroenteritis, amigdalitis o conjuntivitis. Aunque todas ellas tengan una terminación idéntica no será lo mismo una infección producida por un virus que una producida por una bacteria si en su curso, ni en su tratamiento.
Los agentes biológicos que se catalogan dentro de los patógenos son decenas de miles si consideramos los de plantas y los de todos los animales. Al ser humano le afectan algo más de una centena diferente de patógenos, muchos de ellos sin causar grandes efectos nocivos.
Como ya hemos dicho los virus son patógenos y por su modo de reproducirse todos ellos son dañinos. Los patógenos de animales a veces pueden pasar de una especie a otra, en ocasiones con resultados devastadores para el segundo huésped, aunque sean casi inocuos en la primera. Además, los virus patógenos de plantas no infectan animales ni viceversa. Las especializaciones para poder infectar un grupo u otro no permiten ese tipo de infecciones cruzadas.
Por otro lado, la mayoría de las bacterias no son patógenas. Muchas de ellas son beneficiosas para los animales y las plantas, aunque la mayoría de ellas no se relacionan con los seres pluricelulares. Unas pocas bacterias son siempre perjudiciales para el huésped, esas son las que causan la mayoría de infecciones bacterianas que conocemos, desde la peste y la leishmaniasis, o la malaria hasta infecciones por estafilococos tras operaciones.
Algunas bacterias forman parte de la flora normal del cuerpo de los animales o de las raíces de las plantas. Situaciones de desequilibrio (una bajada de las defensas inmunológicas) hacen que estas bacterias que en situaciones normales estaban controladas por las defensas propias del cuerpo, o por la interacción de otros microorganismos, empiecen a reproducirse a una velocidad mayor y acaben dando problemas al huésped. Lee más sobre las enfermedades que se producen por patógenos oportunistas aquí.
Al igual que las bacterias existen hongos que viven en armonía con los huéspedes y que solo se convierten en patógenos cuando las defensas naturales bajan. De hecho, son los principales patógenos oportunistas en el ser humano. Otros, sin embargo, son patógenos siempre en su relación con el ser humano, con otros animales, pero a lo que más atacan es a las plantas. Rhizoctonia solani ataca a la raíz del arroz o Phytophthora sojae ataca las hojas y la raíz de la soja, mientras que dentro del mismo género P. infestans ataca los mismos tejidos pero de los cultivos de patata o de tomate.
Existen otros grupos de seres vivos microscópicos que causan patologías. No existe ningún grupo de organismos (en ninguno de los Reinos taxonómicos) que no haya desarrollado alguna especie que sea capaz de infectar animales y plantas. Existen arqueas y protozoos (ya dentro del grupo de los eucariotas unicelulares) que causan enfermedades muy graves en humanos, precisamente por el poco conocimiento de estos grupos.
Finalmente encontramos a los priones, ese grupo de proteínas mutadas que son capaces de atacar a otras proteínas y hacer que cambien su conformación. Lee más sobre ellos en su propio artículo aquí.