Leishmania, los eucariotas tras la leishmaniasis
Una de las enfermedades infecciosas que en la actualidad está trayendo más revuelo es la Leishmaniasis, una infección cutánea causada por un protista. Esta enfermedad afecta a diversos mamíferos entre los que se encuentran animales de granja, como los conejos, domésticos, como perros y gatos y evidentemente el ser humano. Algunas especies animales salvajes o domésticos, pueden ser asintomáticos, y se les considera el reservorio de esta enfermedad. La gravedad de la enfermedad va desde la infección cutánea con úlceras que cicatrizan por sí solas hasta la muerte, dependiendo de lo mucho que se extienda la infección.
Filogenia e historia evolutiva: existen unas 20 especies del género Leishmania, muchas de ellas descritas por las formas infecciosas de regiones concretas, como L. arabica o L. braziliensis. Otras especies como L. infantum deben su nombre a su diana más frecuente, aunque L. infantum no solo infecta niños, sino que también es muy común en cánidos. Estos eucariotas pertenecen a la familia taxonómica Trypanosomatidae, del Orden Trypanosomatida que se incluye en la Clase Kinetoplastea del Filo Euglenozoa un filo de protistas de vida libre flagelados. Otras especies de Tyypanosomas causan enfermedades de las que ya hemos hablado como el chagas y la enfermedad del sueño.
Descripción: al igual que otras cepas infecciosas de tripanosomas leishmania tiene varias morfologías dependiendo de si está en el insecto vector o en el ser humano o animal. Cuando el insecto chupador de sangre ingiere sangre contaminada los parásitos se diferencian en promastigotes, con un flagelo terminal largo y el núcleo en el otro extremo de la célula. Cuando el insecto se alimenta de nuevo e inyecta las leishmanias los glóbulos blancos fagocitan los promastigotes y estos se transforman en amastigotes, con un flagelo corto y la célula redondeada. En esta forma se reproducen hasta reventar la célula de donde pasan al torrente sanguíneo, para volver a empezar el ciclo de infección de glóbulos blancos, para ser tomados por un insecto chupador o infectar tejidos cutáneos del hospedador.
Distribución y hábitat: se cree que estos eucariotas son originarios del continente africano y que desde allí, a través de las migraciones humanas y del vector insecto se han esparcido por el mundo. En el año 1500 ya fue descrita la enfermedad en oriente por el médico iraní El-Razy. En la actualidad se encuentra distribuido por todo el mundo siendo más importantes en regiones tropicales, regiones ganaderas o con condiciones sanitarias poco estrictas. Leishmania tiene varias formas de vida.
Interacción con el ser humano: la Leishmaniasis afecta a unas 100.000 personas al año en Oriente Medio, aunque se han descrito casos en todo el mundo, estimándose en 12 millones de personas afectadas en la actualidad. La prevención de la enfermedad se basa en la eliminación del vector, la hembra de las especie de flebótomos de la subfamilia de dípteros hematófagos Phlebotominae, muy similares al mosquito común. El médico venezolano Jacinto Corvit (1913- 2014), que intervino en la vacuna contra la lepra desarrolló a principios del siglo XXI una posible vacuna contra la leishmaniasis. Debido a la importancia de sus trabajos en la lepra fue propuesto en 1988 para el premio Nobel de Medicina.