Estafilococo áureo
Estafilococo aureus es un patógeno oportunista que es una de las más frecuentes causas de infección intrahospitalaria o nosocomial. La OMS estima que una de cada tres personas tiene en su piel o mucosas a esta bacteria, sin embargo, gracias a un sistema inmunológico funcionando con normalidad la bacteria no es capaz de progresar en la infección y se mantiene como comensal. Puedes leer más sobre infecciones nosocomiales en su propio artículo aquí. La forma más frecuente de infección por estas bacterias es a través del contacto con objetos contaminados en heridas quirúrgicas.
Filogenia e historia evolutiva: Staphylococcus aureus es una de las 35 especies del género Staphylococcus, siendo S. aureus la más asociada a enfermedades humanas, aunque no la única. El género pertenece a la Familia Staphylococcaceae, que se encuentra recogida dentro del Orden taxonómico Bacillales, un Orden formado principalmente por bacterias en forma de bastón, en el que los estafilococos son una excepción y uno de los géneros más representativos. Igualmente pertenecen a la Clase Bacilli del Filo bacteriano Firmicutes, un filo de bacterias GRAM positivas.
Descripción: S. aureus es un coco no flagelado de una micra de diámetro. Suele formar racimos irregulares en medios de cultivo, aunque puede aparecer solos o en parejas en exudados de heridas (pus). Existen 11 serotipos capaces de formar cápsulas, que impiden el reconocimiento de los linfocitos.
La mayoría de factores de virulencia de estas bacterias, los mecanismos que hacen que sea capaz de infectar o resistir fármacos están almacenados en ADN accesorio, no en su genoma. Estos plásmidos, profagos y transposones otorgan características metabólicas como citotoxinas, enterotoxinas, toxinas exfoliativas, factores de adhesión y enzimas capaces de degradar las penicilinas o coagular la sangre, degradar ADN, lípidos o el ácido hialurónico.
Distribución y hábitat: Las especies del grupo de Staphylococcus son comensales y oportunistas de tanto mamíferos como aves. S. aureus solo está presente en mamíferos y coloniza las mucosas y la piel de los humanos y otros animales. Su distribución es mundial. El ser humano es el propio reservorio de la especie, se considera que alrededor de un 15% de las personas están constantemente infectadas. La colonización es más frecuente en pliegues de la piel, como axilas, ingles y perineo. Personas con las defensas bajas a causas de otras enfermedades como el SIDO, o la diabetes son más propensos a ser infectados, del mismo modo los pacientes de hemodiálisis o intervenciones quirúrgicas también forman parte de la población en riesgo, finalmente, los usuarios de drogas intravenosas es frecuente que contraigan esta infección debido a la falta de higiene.
Interacción con el ser humano: esta especie fue descrita en 1888 y desde entonces se conoce como uno de las oportunistas más severos de los hospitales. Desde la década de 1970 la incidencia de sus infecciones se ha visto incrementada y desde 1990 a 1992 hubo un brote de infecciones pulmonares causadas por esta bacteria, debido a la resistencia adquirida a diversos antibióticos (como la vancomicina o la meticilina). Las cepas más frecuentes cuentan con resistencia a la penicilina y por ello los antibióticos utilizados para evitar la infección pertenecen al grupo de los aminoglucósidos.