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ADN antiguo, ¿cuándo podremos recuperar ADN de dinosaurio?

Publicado por Ramón Contreras

La extracción y purificación de ADN es una técnica que en la actualidad se realiza de forma rutinaria en el laboratorio. De hecho, a día de hoy se puede extraer ADN en casa con poco más que jabón para lavar los platos y sal. Sin embargo, no hace tanto que era completamente desconocida. Basta recordar que la estructura del ADN fue descubierta hace tan solo 50 años. Desde entonces la investigación y sobre todo las técnicas han avanzado enormemente. Cada año se consiguen extraer más ADN que se pensaba que eran imposibles. Para que te hagas una idea, podemos extraer ADN de seres vivos que vivieron hace 80.000 años, pero no siempre ha sido así. Estos ADN se llaman ADN antiguos y su purificación es una mezcla de arte, ingeniería genética y en ocasiones suerte.

El ADN es una de las moléculas más estables, tiene que permanecer estable lo menos toda la vida del ser vivo, pero una vez muerto nada impide que sea atacado por una ingente cantidad de compuestos que lo destruirán. Es por eso que muchas veces la suerte en la conservación natural y al azar de las muestras es fundamental para poder obtener ADN. El primer ADN antiguo que se estudió fue el de Quagga, Las cebras quagga (una especie de cebra extinta) en 1984, unos 150 años después de que el animal muriera.

Especies extintas de caballos podrían ser recuperadas, cada día más cerca de tener un mamut

Poco después y con la llegada de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) se creyó que podía secuenciarse casi cualquier ADN que estudiara medianamente conservado. Los insectos atrapados en el ámbar eran los mejores candidatos para ello, puesto que no se habían fosilizado (convertido en piedra, puesto que de la piedra no se puede extraer ADN). Este fenómeno desató entre otras cosas la imaginación de Michael Cricton, creador de la idea de Jurassic Park. Para el 2000, algunos ADN y ARN de pequeño tamaño de hace 250 millones de años se consiguieron aislar y secuenciar. Desafortunadamente, en 2002 los estudios parecían revelar que la extracción de ADN de muestras significativamente grandes y de varios millones de años eran casi imposibles de sacar, pero sí las de algunos cientos de miles. Y se puso en entredicho la veracidad del ADN recuperado en el 2000 por ser demasiado parecido a ADN actual de bacterias, lo que parecía indicar una contaminación reciente de la muestra. Como son las cosas, en tan solo 20 años se pasó de lograr purificar ADN de 150 años a dudar sobre si el ADN de más de un millón de años se podía secuenciar o no.

Pero la ciencia nunca descansa, en 2015 se había secuenciado ADN de caballo de más de medio millón de años y el genoma mitocondrial de un oso de 300.000, ambas muestras recuperadas de animales congelados en el permafrost.

Se ha conseguido recuperar ADN de los primeros humanos y compararlo con el nuestro (lo que le valió a su descubridor el Nobel de 2022). El mensaje para quedarnos es que las cosas imposibles de hoy tal vez sean alcanzables, con esfuerzo, dedicación e interés, el día de mañana. Y quien sabe, tal vez tengamos un triceratops para finales de siglo.

EDIT: En el momento de la publicación de este artículo se ha conseguido obtener ADN de 2 millones de años, en breve cubriremos ese avance, aquí.