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Los mejores candidatos a ser vacuna para la COVID-19

Publicado por Ramón Contreras

Según la Organización Mundial de la Salud existen alrededor de media docena de proyectos de vacuna para la COVID-19 que podrían ser la primera en demostrar su eficacia y salir al mercado. La mayoría de ellas emplean técnicas novedosas y hasta ahora poco probadas en humanos para alcanzar la meta. La gran ventaja de estos métodos frente a los métodos empleados en vacunas anteriores es que sus procesos de fabricación son mucho más rápidos y baratos, por lo que su distribución a la población mundial sería en teoría mucho antes con estas vacunas.

La pandemia causada por el coronavirus SARS-COVID2, causante de la enfermedad COVID19, ha puesto a la humanidad de principios del siglo XXI en una carrera contrarreloj por su supervivencia. Cientos de millones se están volcando en infinidad de proyectos para encontrar una dos herramientas fundamentales para detener la pandemia. Una es la vacuna, como método de prevención de propagación de la infección, y el otro son los antivirales, medicamentos empleados en aquellos individuos ya infectados para ayudar al sistema inmune en la defensa contra la enfermedad.

De los más de 100 proyectos que se han emprendido en los últimos meses para generar una vacuna contra la enfermedad hay 6 que están más avanzados que el resto y por lo tanto tienen más posibilidades de ser la elegida para una primera ronda de vacunación mundial.

Tres de ellas son, obviamente, chinas. El país asiático fue el primero en dar la voz de alarma sobre la emergencia de este brote epidémico y también fueron los primeros en ponerse manos a la obra para encontrar una solución. Las 3 vacunas chinas están ya en la fase II de pruebas clínicas tras recibir la aprobación de las autoridades sanitarias del país tras estudiar los resultados de la fase I. En la fase I se probó el funcionamiento de la vacuna con un grupo reducido de individuos voluntarios. Todos ellos sanos y en perfecto estado de salud, con una media de 36 años de edad y de ambos sexos. La fase II amplia la cantidad de gente en la que se inocula la vacuna para comprobar realmente la eficacia frente a la enfermedad y seguir siguiendo los posibles efectos secundarios detectados en el pequeño grupo inicial se mantienen en casos leves de malestar y dolores de cabeza. Además, han entrado ya en fase I 2 vacunas de empresas estadounidenses y una de Reino Unido. De estas seis vacunas, tan solo un grupo de investigadores chinos han optado por crear una vacuna por el método tradicional de atenuar al propio virus. Por otro lado, dos de las chinas y la inglesa se basan introducir la proteína S de la capsula del coronavirus en otros virus ya conocidos. Mientras que un equipo de investigación chino ha decidido usar a un lentivirus (conocidos por la lentitud a la que infectan) para introducir la proteína S, los otros dos equipos, uno chino y el inglés, han optado por virus de la familia de los adenovirus, los de la gripe común.

Finalmente, los dos proyectos americanos que ya están en fase I se basan en otra tecnología que emplea directamente la exposición a partículas de material genético del virus. En este caso una se fabricará con ADN que mimetice la secuencia de ARN del coronavirus, mientras que la otra usará secuencias de ARN mensajero, usado en la transcripción del virus. Cuando se presenten estas secuencias genéticas se ha comprobado en el laboratorio que el sistema inmune es capaz de reconocerlas y de eliminarlas. Las pruebas en fase I que están por concluir determinarán la eficacia de estos métodos.

Las vacunas ayudarían al sistema inmune a reconocer al SARS-COVID2 cuando infectase al individuo

En artículos anteriores hemos hablado ya de diferentes temas relacionados con la COVID-19, como son la seroprevalencia de la enfermedad, cómo se está diagnosticando o las razones para que haya tantos proyectos de vacunas desarrollándose.