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La Dexametasona podría funcionar contra la COVID19

Publicado por Ramón Contreras

Al Igual que la Organización Mundial de la Salud me gustaría empezar aclarando que no existe ningún medicamento específico para tratar el COVID19 en la farmacopea de hoy, finales de junio de 2020. Muchos son los intentos que estos días se están llevando a cabo desde la investigación científica para encontrar un medicamento funcional, seguro y y específico (vacunas y antivirales). Sin embargo, otra de las aproximaciones más frecuentes frente a una dolencia nueva es probar los medicamentos que ya se conocen para comprobar su funcionamiento frente a otras enfermedades que no son para la que fue diseñado. Este tipo de pruebas son muy frecuentes y han dado lugar a nuevos usos para fármacos ya conocidos. Este procedimiento tiene la ventaja de que como el medicamento ya ha sido probado y ha sido aprobado por las autoridades competentes está ya comercializándose y no debe pasar todas las pruebas de seguridad de nuevo.

Así, cuando la pandemia causada por el virus SARS-CoVir-2 se propagó por todo el mundo se empezaron a buscar nuevos medicamentos para hacerle frente de forma específica y al mismo tiempo se probaban medicamentos conocidos que pudieran tener efectos positivos sobre los pacientes. Los medicamentos que se prueban en estos casos son aquellos que se emplean en enfermedades con sintomatología similar. Con ellos el objetivo no es tanto acabar con la enfermedad como hacer más llevaderos los síntomas. En este aspecto el último medicamento que parece tener cierto efecto en el tratamiento de la COVID19 es la dexametasona.

Los datos preliminares del ensayo clínico “Recovery” llevado a cabo a nivel nacional en Reino Unido todavía no se han publicado en una revista científica, pero los investigadores ya han comunicado que el uso de este medicamento ha ayudado a reducir el número de muertes. Este ensayo viene a respaldar un estudio llevado a cabo en España por médicos del hospital Puerta del Hierro que contó con 400 pacientes y que vieron resultados positivos en el uso de la dexametasona. El estudio inglés realizado con más de 11.000 individuos comparó el uso del medicamento (2.100 pacientes) contra los cuidados normales (4.300 pacientes). La dexametasona ayudaría a los pacientes que necesitan respiración asistida reduciendo su mortalidad en un tercio (30%), mientras que en aquellos que necesitan solo oxígeno la mortalidad se vería reducida en un quinto (20%). Estos resultados preliminares vienen poco después que parte de los investigadores implicados anunciasen que no habían observado mejora alguna gracias al uso de la hidroxicloroquina, otro de los medicamentos que se barajaba al respecto.

La dexametasona podría ser uno de los fármacos empleados habitualmente en los casos más graves de COVID19

La dexametasona es un glucocorticoide generado por primera vez en el laboratorio en 1957 que mimetiza a las hormonas esteroideas presentando mayor eficacia que las de origen natural, unas 20 veces mayor que el cortisol. Como medicamento se emplea principalmente como inmunosupresor y antiinflamatorio. Es muy corriente su uso contra el edema cerebral debido a que es capaz de traspasar la barrera hematoencefálica, pero también se usa frecuentemente para tratar el asma bronquial crónica o las reacciones alérgicas severas. Los glucocorticoides son hormonas que suprimen la respuesta inmune y evitan la inflamación, por lo que el efecto del medicamento prevendría el colapso pulmonar que tiene lugar en pacientes graves de COVID19. Sin embargo, no hay que olvidar que, como todos los medicamentos, tiene efectos secundarios que pueden ser severos y que debe ser suministrada por personal cualificado.

Este medicamento es barato y común en los hospitales puede ser un alivio para la mortalidad causada por la COVID-19. Aún así, la OMS todavía no recomienda su uso a la espera de analizar correctamente las pruebas antes de actualizar los tratamientos con dexametasona u otros esteroides.