¿Cómo detectar el coronavirus COVID-19 de Wuhan? Síntomas y diagnóstico
El COVID-19, nombre con el que se conoce técnicamente al coronavirus procedente de la región de Wuhan, China, está causando una gran alarma en todo el mundo. La organización mundial de la salud (OMS) ha lanzado bastantes advertencias respecto a la proliferación del virus y se recomienda la cuarentena cautelar en caso de duda, que después debe ser corroborada por análisis de laboratorio.
Uno de los problemas a la hora de diagnosticar el COVID-19 es la similitud que sus síntomas presentan con otras enfermedades causadas por virus de la misma familia, como el de la gripe o el resfriado común que tanto afecta durante los meses fríos característicos del invierno. Además, recientemente ha habido infecciones de coronavirus que han preocupado a la atención mundial como son el SARS y el MERS. Todos ellos comparten cuadros de sintomatología pulmonar. Causando neumonía en muy diferentes grados. Sin análisis específicos de sangre es imposible diferenciar el coronavirus COVID-19 de otros virus de la familia. El diagnóstico por laboratorio es la única fuente fiable de confirmación de la presencia o no de esta especie concreta.
La infección por coronavirus COVID-19 puede cursar en síntomas aparentes, lo que hace mucho más fácil su dispersión. El tiempo de incubación de la enfermedad es de unos 12 a 24 días, mucho tiempo, suficiente como para haber estado en contacto con cientos de personas antes de que notemos realmente que estamos enfermos y decidamos ponernos en cuarentena.
Los síntomas de COVID-19 lamentablemente no se pueden diferenciar de los producidos por otros virus del mismo grupo, estos son: fiebre, que puede ir desde moderada a fuerte, secreción de mocos, dolor general y de cabeza, como si de una gripe o un catarro se tratara, tos y dolor de garganta que puede desarrollarse en un dolor de pecho y en neumonía de los dos pulmones, normalmente acompañado de la sensación de falta de aliento al intentar tomar aire.
La gravedad de los síntomas parece estar relacionada con la edad (afectando mayoritariamente a ancianos y bebés) y la condición física de los pacientes. La mayoría de las defunciones por COVID-19 han sido en pacientes con problemas respiratorios previos, siendo la mortandad en los individuos sanos bastante reducida. En pacientes inmunológicamente más preparados la enfermedad puede no tener síntomas aparentes o cursar con una fiebre leve y una tos seca pasajera. Con una insuficiencia respiratoria aguda los pacientes pueden sobrevivir sin mayor problemas, el caso preocupante es cuando se añade a una insuficiencia respiratoria crónica ya presente en el paciente, es por esto que las personas mayores son tan vulnerables a esta enfermedad. Además, la infección múltiple de varios coronavirus puede agravar en gran medida el estado del afectado.
Las medidas recomendadas para evitar la infección por COVID-19 son las mismas que las tomadas para evitar la gripe y el resfriado común. Buenas condiciones higiénicas (lavarse cara y manos con agua y jabón después de estar fuera), tratar de no ir en aglomeraciones donde podría contagiarse el virus por el aire y en general protegerse con una dieta equilibrada para tener un buen sistema inmune preparado.