¿Pueden colonizarnos los hongos como en «The Last of Us»?
La serie de ciencia ficción apocalíptica “The Last of Us” basada en un célebre videojuego en el que el protagonista debe enfrentarse a un mundo que se desmorona tomado por infectados por un hongo que controla a los infectados y los convierte en seres comecerebros al más puro estilo zombie. Sin embargo, al principio de la serie de televisión se juega con la posibilidad real de que este escenario se vuelva real, lo que en términos narrativos hace que nos creamos más la ficción. En Laguia2000 ya hemos hablado del hongo en el que está basado el hongo del juego y la serie, lee más sobre él aquí. Hoy vamos a ver otra de las pinceladas que dan realismo al relato. Y es que los narradores son muy buenos en con una sola frase hacernos caer en su juego de espejos. En una falsa entrevista, un eminente investigador en los 70 comenta que el cuerpo humano es capaz de defenderse de los hongos gracias al proceso febril. Al aumentar de temperatura a voluntad, el cuerpo puede acabar fácilmente con el hongo que no es capaz de sobrevivir en esas condiciones. En la serie, la frase siguiente es el gancho. Si la temperatura de la Tierra aumenta, los hongos podrían adaptarse a vivir a esas temperaturas y entonces nada los detendría de poder colonizarnos. La entrevista acaba con un gran silencio que deja al espectador pensando en el cambio climático, la crisis ambiental del siglo XXI y los datos sobre el aumento paulatino de las temperaturas.
Es cierto, prácticamente ningún virus puede vivir por encima de los 34 °C. Por lo que la colonización (interna de los seres de sangre caliente es muy difícil). Por otro lado, nuestras extremidades y sobre todo nuestra superficie no está ni por asomo a esa temperatura y sí puede ser colonizada. Hay muchos hongos que afectan a la piel, las uñas y las mucosas (boca, fosas nasales y conductos urogenitales son sus preferidos). Casi seguro que has sufrido una infección por hongos o conoces a alguien cercano que la haya sufrido. En realidad, estos serían los primeros hongos que se deberían adaptar a colonizarnos a temperaturas mayores. Puesto que están en contacto con esas temperaturas, serían los primeros que sentirían la presión evolutiva para entrar. Por suerte para todos, parece que no están muy interesados en ello, o al menos no lo han estado en los últimos millones de años.
Por ahora los hongos han colonizado el cuerpo humano en situaciones de inmunodepresión. EL VIH fue uno de los primeros factores que mostró el oportunismo de los hongos. Los hongos son detenidos normalmente por el sistema inmune y solo cuando este se ausenta son capaces de entrar. Y ni siquiera así pueden colonizar los órganos más cálidos, como el corazón, el hígado y por descontado el cerebro. El cerebro de hecho es el órgano más caliente del cuerpo con más de 38 °C de media, aunque sin necesidad de estar enfermo puede subir hasta los 39 °C cuando realizamos una intensa actividad cerebral. Así que por un lado, los hongos no pueden colonizarnos debido a nuestra elevada temperatura y por otro, los que nos colonizan y evolutivamente podrían estar siguiendo ese camino, no lo están haciendo. Parece que por ahora estamos a salvo, a no ser que se haga una serie donde los animales de sangre fría (invertebrados y peces, anfibios y reptiles) se vuelvan zombies.