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Telómeros y senescencia

Publicado por Ramón Contreras

En esta era de la senescencia programada en la que todo tiene una fecha de caducidad es curioso comprobar como las propias células del cuerpo también tienen un sistema preparado para empezar a fallar con el tiempo. En realidad no es que quiera fallar. El sistema ha evolucionado de tal forma que ha intentado evitar la pérdida de material genético a medida que las células se replican, lo que pasa es que el sistema elegido funciona con ciertas limitaciones.

Los cromosomas de los eucariotas son lineales, mientras que los de los procariotas son circulares. Un material genético circular tiene sus ventajas y sus inconvenientes. La ventaja más clara es que todo se puede replicar de forma continua sin que se pierda ni un ápice de informción. Por su parte los cromosomas lineales tienen el problema de que los extremos se van acortando con cada replicación. Esto es debido a la propia maquinaria de replicación. La ADN polimerasa, la enzima que se encarga de copiar el ADN, necesita un cebador o secuencia de pequeño tamaño con la que unirse al material genético. Estas regiones, los cebadores, son pequeños fragmentos de ARN que se unen al ADN. Cuando se copia todo el ADN estos pequeños fragmentos de ARN se quitarán dejando los extremos desapareados en la cadena de ADN. Para evitar esto la maquinaria celular se dedica a cortar la cadena sobrante, lo que resulta en un ADN más corto.

Si esto fuera así de forma continuada es obvio ver que el ADN se acabaría perdiendo y que eventualmente algún gen vería que le faltaba un trozo. Para evitar esto existen las telomerasas. Los telómeros son secuencias altamente repetitivas que se sitúan en los extremos del material genético, los cromosomas. Estas secuencias protegen a los genes codificantes de que pierdan secuencias de ADN. Cada secuencia telomérica tiene muchas repeticiones de varias secuencias que no codifican para genes, pero está claro que sí tienen función. En contra de lo que se creía que eran parte del genoma basura, por lo que ahora se denomina simplemente ADN no codificante.

Sin embargo, la telomerasa no es infalible. Con la edad la telomerasa se vuelve menos activa. Como resultado los cromosomas van perdiendo lentamente secuencias teloméricas. Finalmente apenas quedarán unas pocas repeticiones de telomeros y la célula entrará en apoptosis, una muerte controlada, para evitar su propio mal funcionamiento.

La senescencia es un proceso de seguridad que tienen todas las células para evitar que algo salga mal. Este es el sistema con el que normalmente el cuerpo lidia con los tumores. EL acortamiento de los telómeros es la principal y mejor conocida causa de senescencia. Además, la doble hélice cuando se rompe envía estas señales. De hecho, se ha comprobado que als señales de senescencia debidas al acortamiento de los telómeros no están en dichas secuencias, esto es normal puesto que cuando tienen que saltar las alarmas los telómeros ya no están. Durante la fase de síntesis de la replicación, la fase S, es cuando tienen lugar estas señales sobre la ausencia de telómeros. En ese momento la mitosis se detendrá y la célula con las señales adecuadas entrará en apoptosis.