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Vasocontricción

Publicado por Ramón Contreras

Los animales en general deben hacer frente a diferentes situaciones cotidianas en las que las demandas de energía y oxígeno son variables. En algunas situaciones el cuerpo necesita un mayor aporte de estos dos factores para hacer un esfuerzo y en otras debe ser capaz de ahorrar en estos compuestos ante una carestía. Los animales con un sistema circulatorio, como los seres humanos, tienen la capacidad de regular el flujo de oxígeno y energía que circula por su cuerpo mediante la manipulación de su sistema sanguíneo. Cuando hace falta una demanda elevada de oxígeno y energía se produce la dilatación de los vasos sanguíneos, para que llegue un mayor caudal a los tejidos. A este proceso se le denomina vasodilatación, lee más sobre él aquí.

Por el contrario, en las situaciones en las que el cuerpo entra en carestía de alguno de estos componentes o bien se necesita aumentar el flujo en zonas concretas del cuerpo y para permitirlo se “ahorra” en otras zonas, los vasos sanguíneos también tienen la capacidad de constreñirse disminuyendo el flujo y por consiguiente bajando la cantidad de oxigeno y energía que llega a los músculos. A este proceso se denomina vasoconstricción.

La vasoconstricción puede ocurrir de forma generalizada. Por ejemplo para evitar la pérdida de calor se produce la vasoconstricción de los vasos sanguíneos de las extremidades, para mantener los órganos internos calientes. Durante la digestión, los órganos del sistema digestivo requieren una gran aportación de sangre, para captar todos los nutrientes (vasodilatación). Por lo que en esas condiciones el flujo sanguíneo disminuye en el resto del cuerpo (vasoconstricción). De forma análoga, cuando se realiza ejercicio, el sistema digestivo y el sistema excretor entran en un estado de vasoconstricción, para poder aumentar el flujo de sangre en el resto del organismo.

Un caso curioso de vasodilatación y vasoconstricción es la preparación para el coito del aparato reproductor masculino. En el proceso, una parte del sistema circulatorio se dilata, permitiendo la entrada de sangre de forma masiva, mientras que otra se contrae, impidiendo su salida. De esta manera se consigue aumentar el volumen del miembro para el acto reproductor.

La contracción de los vasos sanguíneos se lleva a cabo por la capa de musculatura lisa que se encuentra rodeando cada vaso. La actuación de los sistemas simpático y parasimpático del sistema nervioso periférico se complementan de tal manera que la actuación de uno y otro, vasodilata ciertas regiones del cuerpo, mientras vasoconstriñe ciertas otras regiones.

Además, existen compuestos capaces de producir cambios en el tejido epitelial de los vasos sanguíneos. Por ejemplo, la adrenalina aumenta la frecuencia cardiaca y tiene capacidad vasoconstrictora y vasodilatadora dependiendo de los tejidos. En este aspecto la adrenalina provoca la vasoconstricción de las arterias coronarias y aumenta la frecuencia cardiaca para hacer llegar un mayor volumen de sangre a los músculos. Otros compuestos que también tienen un efecto similar son la cafeína , la nicotina o la cocaína, o los descongestionantes nasales.

Es importante mencionar que la vasoconstricción también puede ser provocada por ciertas enfermedades o condiciones médicas. Por ejemplo, la hipertensión puede causar vasoconstricción, ya que el cuerpo intenta reducir el flujo sanguíneo para disminuir la presión arterial. Asimismo, ciertas enfermedades autoinmunes como el lupus o la esclerosis múltiple pueden provocar vasoconstricción como respuesta a la inflamación.

En el caso de la hipotermia, la vasoconstricción juega un papel crucial. Cuando el cuerpo se enfría, los vasos sanguíneos se contraen para reducir la pérdida de calor y mantener la temperatura corporal. Sin embargo, si la hipotermia es severa, la vasoconstricción puede ser contraproducente, ya que reduce el flujo sanguíneo a los tejidos y puede provocar daño tisular.

Por otro lado, la vasoconstricción también puede ser inducida por ciertos medicamentos. Los fármacos vasoconstrictores se utilizan para tratar una variedad de condiciones, desde migrañas hasta hemorragias nasales. Estos medicamentos funcionan contrayendo los vasos sanguíneos, lo que reduce el flujo sanguíneo y alivia los síntomas de estas condiciones.

Pero también estímulos externos pueden conseguir la vasoconstricción, por ejemplo el hielo (de hecho, esa es la razón de que se queden las manos blancas, cuando cogen cosas frías, porque la sangre llega en menor cantidad a la superficie de la piel, que ha vasoconstreñido sus vasos sanguíneos).