Trombina y coagulación
La sangre es un tejido animal que debe circular por dentro de los vasos sanguíneos. Sin embargo, a veces ocurren situaciones en las que los vasos sanguíneos se rompen y la sangre empieza a fluir, ya sea hacia el exterior del cuerpo o fuera de los vasos. En cualquier caso el escape del líquido debe ser detenido, y cuanto antes. Una persona promedio se queda inconsciente tras perder el 10% de la sangre (algo más de medio litro) y si pierde el 40%, unos 2 litros, muere.
Por suerte, el cuerpo está preparado para estas incidencias que ocurren muy frecuentemente. Uno de los enzimas más importantes en el proceso de sallado de las heridas es la trombina. En el hígado (lugar de formación de la mayoría de los factores necesarios para cerrar una herida) se forma un precursor inactivo de la trombina, denominada protrombina o factor de coagulación II. La protrombina se encuentra en el plasma sanguíneo y solo se activará frente a heridas de los vasos sanguíneos.
Cuando ocurre una rotura de un vaso sanguíneo las plaquetas de la sangre se rompen. Las plaquetas cuentan en su membrana con gran cantidad de factores de coagulación que son liberados en la herida. Entre ellos encontramos los factores, V, VIII, IX, o X, y además liberan tromboplastina (formada a partir del factor tisular o factor de coagulación III. La tromboplastina es activada por la presencia de iones Ca2+ (liberados del interior de las plaquetas al romperse), que actúan como cofactor y en este caso se puede referir a él como factor de coagulación IV. La función de la tromboplastina es la conversión de la protrombina en trombina activa. A mayor daño en el vaso sanguíneo se forma más tromboplastina y la conversión de protrombina a trombina es directamente proporcional a la cantidad de tromboplastina, o lo que es lo mismo a la cantidad de daño que haya sufrido el vaso.
La tromboplastina corta a la protrombina en varios sitios, convirtiendo la cadena polipeptídica en 3 fragmentos. Uno de estos fragmentos se escinde para la activación del resto, pero además, el polipéptido que será activo es cortado una vez más. De tal forma que la trombina está formada por dos péptidos separados.
La protrombina se encuentra codificada en el brazo corto del cromosoma 11 en humanos, en la región 11 (11p11) y el gen se denomina F2, por el factor de coagulación II. A nivel bioquímico, la trombina es una glucoproteína, más o menos circular, y con actividad proteolítica. La trombina cuenta con un azúcar y una parte proteica que está formada por dos cadenas de polipéptidos, de 36 y 259 aminoácidos respectivamente, que se mantienen unidas mediante un puente disulfuro y tiene un peso molecular de 33,7 KDa. El método de acción de la trombina para cerrar las heridas consiste en convertir el fibrinógeno (también llamado factor de coagulación I) en fibrina. Cuando esto ocurre las fibrinas empiezan a interaccionar unas con otras formando literalmente una red tridimensional que interactúa con los bordes de la herida y con otras fibrinas a fin de taponar la herida del vaso sanguíneo. Los medicamentos anticoagulantes más frecuentes tienen como método de acción impedir la actividad de la trombina en la conversión del fibrinógeno a fibrina.