El problema de la conservación del atún rojo
El atún rojo es uno de los pescados más valorados en las mesas alrededor del mundo. No solo eso sino que además su captura es uno de los retos mayores al que puede llegar a aspirar un pescador, por la gran técnica que hay que demostrar para su captura y por la envergadura de este magnífico animal. El atún rojo pesa alrededor de 400- 500 kg, aunque el mayor ejemplar capturado alcanzó los 650 kg. Puedes leer más sobre esta especie animal en el artículo que le dedicamos aquí .
Cada año se pescan alrededor de 4 millones de toneladas de atunes capturadas en 2010. Sin embargo la pesca de atún rojo supone menos del 1% de la captura total de atunes y otras especies afines, según datos de la FAO. La pesca del atún ha aumentado exponencialmente durante el final del siglo XX y principios del siglo XXI, llegando a disminuir hasta en un 85% la población de atunes en edad reproductora. En parte debido a la pesca ilegal y en parte debido a la falta de control gubernamental de esta actividad. La exportación de atún rojo a Japón forma parte del problema, puesto que el país nipón tiene una gran demanda de este producto, que no crece en sus aguas.
El UICN considera que el la conservación del atún rojo está en estado de peligro en la actualidad. La UE, concretamente la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (CICAA) ha establecido un convenio por el cual sus países miembros tienen un cupo limitado a la pesca de esta especie con el fin de protegerla e intentar su recuperación. Estas medidas parecen dar sus frutos desde su instauración en 2006 y que tenía un objetivo de recuperación en 15 años. En esas fechas se pescaba casi el doble (60.000 toneladas) de lo que el CICAA consideraba sostenible (32.000 toneladas). En 2010 se estableció una cuota de 13.500 toneladas, a fin de quitar presión sobre las poblaciones de atunes. De hecho, en España la pesca deportiva del atún rojo se prohibió, para poder regular mejor las capturas. Italia no pescó durante un año atunes rojos, para permitir la recuperación de la especie.
Tras tan solo 8 años desde la implantación de la veda de atunes las poblaciones parecen haberse recuperado de forma adecuada y aunque el número de individuos todavía no está a los niveles esperados para 2021 el gobierno de España y la UE quieren aumentar el número de capturas anuales, a la vista de los datos positivos. La UE en la campaña de 2014 ha aumentado unas 500 toneladas de atún rojo la cuota para sus países miembros, de los que España es el principal pesquero. Sin embargo todavía las evidencias científicas están en contra de estas medidas que parecen ser tempranas y que a la larga perjudicarán, no solo a las poblaciones de atunes, sino también a los pescadores, que viven de ellas.
Otra de las técnicas que se realizan en la actualidad es el engorde de individuos jóvenes en granjas marinas. El problema de estas prácticas reside en que estas capturas no se contemplan en el recuento de atunes capturados. Además de esto los atunes son cazadores, por lo que una población de granja intensiva tiene un efecto negativo sobre las poblaciones de otros peces.
PAra ayudar a la especie muchas organizaciones, como WWF o Greenpeace, piden la colaboración ciudadana para que eviten el consumo del atún rojo.