¿Cómo afecta la cuarentena del coronavirus al medio ambiente y al cambio climático?
Desde que ha empezado la cuarentena a causa del SARS-CoV-2 en gran parte de los países del mundo las redes sociales han difundido de forma masiva vídeos de animales de todo tipo volviendo a los lugares donde en otros tiempos no era tan difícil verlos. Puedes leer más del seguimiento que estamos haciendo desde laguia2000 de este coronavirus aquí. Las imágenes de delfines nadando ociosos en puertos deportivos vacíos de gente son de las más transmitidas, pero también se han visto jabalíes, patos o todo tipo de fauna salvaje recorriendo las calles desiertas de grandes ciudades alrededor del globo. En realidad estas imágenes no son tan raras de ver, independiente de la veracidad de cada vídeo concreto.
Existe una gran fauna que convive en espacios urbanos con el ser humano. Uno de los motivos para poderlos ver es que la gente apenas tiene otra cosa que mirar por la ventana y fijarse en lo que está pasando en el mundo. Pero también hay que recordar que estos animales no hay llegado hasta ahí desde lejanos bosques o de las profundidades de los océanos. Estos animales viven en las cercanías de ciudades y puertos. La realidad es simple y tristemente que han aprendido a no dejarse ver cuando están los humanos cerca. Puedes leer más sobre la fauna que vive en las ciudades en el reciente artículo que le hemos dedicado aquí.
Indudablemente la detención de la industria de los países más poderosos (empezando por la China y seguida por la de EE. UU, en tercer lugar encontramos a la UE ,unión de todos los países de Europa ) repercutirá en las condiciones climáticas. Algunas de estas alteraciones podemos preverlas. El cambio climático se detendrá durante unos días. Pero está claro que quince días de bajas emisiones (que no nulas) no revertirá más de un siglo de emisiones nocivas. Estos cambios meteorológicos acarrean tras ellos cambios en las condiciones de vida de toda la biosfera del planeta. La calidad del aire o de las aguas es fundamental para muchos animales y plantas para poder encontrar comida o aparearse con éxito.
Muchas ciudades están encadenando máximos históricos en pureza de su atmósfera. Esto también está demostrado que es beneficioso para los propios humanos. Las atmósferas más limpias disminuyen los problemas respiratorios y de alergias (que la incipiente primavera traerá este año como cada año). En Santiago de Chile se calcula que el número de muertes relacionadas con la contaminación dismunuirá un 66% (de 3.000 a 1.000 muertes). La contaminación se ha reducido en el primer mes tras la aparición de la cuarentena en Londres, Roma, Milán oParís ha sido de un 30%.
A nivel global y de viabilidad del ecosistema estos cambios aunque buenos y esperanzadores son mínimos y hay que tener en cuenta que serán revertidos en cuanto la actividad industrial vuelva a la normalidad. Sin embargo, todas estas situaciones de bonanza inesperada por todos los seres vivos son una oportunidad de oro para la investigación para captar datos para saber al ritmo al que la biosfera y la atmósfera podrían recuperarse e intentar encontrar las fuentes principales de nocivos para actuar en la reducción de sus emisiones. Pero no nos engañemos, el cambio climático no es una cosa que uno ni diez meses de cuarentena mundial puedan revertir.