El níspero europeo
Cuando los consumidores de nísperos se refieren a esta fruta casi el 100 por 100 de las veces quieren hacer referencia al níspero japonés (Eriobotrya japonica), que es el más común en todo el mundo. En Europa antes de que llegara el níspero japonés existía ya una especie vegetal llamada níspero. Ambas especies están emparentadas. De hecho, hasta 1821 pertenecían al mismo género. Puedes leer más sobre el níspero japonés en nuestro artículo aquí .
Filogenia e historia evolutiva: el níspero europeo recibe el nombre científico binomial de Mespilus germanica, siendo la especie tipo del género que cuenta con algo más de dos docenas de especies. Este género pertenece a la tribu taxonómica Maleae, que comparte con el género Eribotrya, él del níspero japonés. Pertenecen a la subfamilia Amygdaloideae (creada en 2011 tras la revisión de los datos genéticos de las especies de las subfamilias Amygdaloideae, Spiraeoideae y Maloideae), dentro de la familia Rosaceae, del Orden Rosales. A su vez se clasifica dentro de la clase Magnoliopsida de la División Magnoliophyta.
Descripción: esta especie forma unos árboles bajos, tan solo 6 metros, robustos de corteza gris que puede presentar espinas o no. En condiciones de luz y calor no pierde las hojas, es perennifolio, mientras que en zonas de frio y sombra es caducifolio. Sus hojas son numerosas y son lustrosas, de un verde intenso. Pecioladas y elípticas presentan el margen dentado y tienen un tamaño que ronda los 20 cm. Las flores de color blanco son solitarias y presentan 5 pétalos separados. El fruto, el níspero, es poco atrayente con su color pardo y su tacto áspero. Es tipo pomo, redondo con la pulpa dura, de unos 3 cm de diámetro. Solo se puede comer completamente maduro y su sabor es agridulce. Florece a finale de primavera y su fruto madura para otoño.
Distribución y hábitat: aunque el nombre científico M. germanica, puede llevar a pensar que su origen está en Alemania, la verdad es que es originario del este europeo. Concretamente de la zona del mar negro y la península turca. Su cultivo se extendió al mar caspio hacia el 1.000 a. C. y en el 700 a. C ya se encuentra en Grecia, extendiéndose desde ahí a toda la Europa occidental. El níspero europeo se encuentra de forma natural en bosques, especialmente en los bordes del área boscosa y en zonas de matorrales de montaña. Crece con pocas lluvias en casi cualquier tipo de suelo bien drenado y la insolación puede ser tanto completa como de semisombra. Aunque tolera las heladas, con temperaturas bajas no maduran correctamente los frutos.
Interacción con el ser humano: El níspero europeo empezó a sustituirse por el asiático cerca del año 0 a. C., debido a la mejor producción del segundo tanto en número como en peso de los frutos. Hoy en día es muy extraño encontrar una frutería que venda los nísperos europeos, tanto es así que probablemente los únicos que hayan comido este fruto son aquellos que todavía mantienen algún árbol en propiedad, posiblemente en la cuenca mediterránea. A pesar de la poca frecuencia que tiene en los cultivos europeos la especie no se encuentra en peligro de extinción según los datos del UICN, puesto que en su lugar de origen todavía puede encontrarse de forma natural. En la actualidad se emplea en parques y jardines como ornamental por su agradable follaje.