Ácido desoxirribonucleico o ADN
Composición y localización
Desde el punto de vista, químico, el ADN puede definirse como un polidesoxirribonucleótido de adenina, guanina, citosina y timina. (Traducido a lenguaje más sencillo: un polímero –molécula formada por la unión de otras- de desoxirribonucleótidos –nucleóticos suya pentosa es desoxirribosa-, que tienen las bases nitrogenadas citadas).
El ADN se encuentra en el núcleo de la célula eucariótica, asociado a proteínas histonas (son núcleo-proteínas) formando los filamentos de cromatina que, poco antes de iniciarse la división celular, se organizan para constituir los cromosomas. Los cromosomas se reparten entre las células hijas y transfieren la información genética de padres a hijos: por lo tanto el ADN es el portador de la información hereditaria.
También se encuentra en el interior de los plastos y de las mitocondrias, aunque organizado de forma diferente, más parecida a la que se haya también en las células procarióticas. En estas constituye su único cromosoma, que se encuentra en el citoplasma, puesto que no hay membrana nuclear que lo separe del resto del contenido celular.
Por último, forma parte de la mayoría de los virus, aunque algunos no contienen ADN, sino ARN. Es el caso del retrovirus del SIDA, del de la polio, etc.
Pasos históricos en el descubrimiento de la estructura del ADN.
La estructura molecular del ADN se ha logrado establecer tras un largo proceso de investigación que abarca desde los años treinta del siglo XX hasta 1953, momento en que James Watson y Francis Crick propusieron su modelo molecular. Este hecho constituyó uno de los hitos más importantes de la historia de la Biología, ya que dicho modelo no solo explicaba las propiedades físico-químicas de la molécula, ya conocidas entonces, sino que permitía justificar el papel de la misma como material genético.
Entre los datos disponibles a principios de los años cincuenta, destacaremos algunos de especial relevancia.
Los estudios de difracción con rayos X realizados por Rosalind Franklin y Maurice Wilkins mostraban que la molécula era un largo filamento de unos 20 Å de diámetro constante. A lo largo de la misma se observaban unos intervalos de repetición de unos 3,4 Å, y otros intervalos superiores de 34 Å. (Recordemos que un Å (Ångström equivale a 0,1 nanómetros)
Se discutía si el filamento podría tener una estructura similar a la hélice de las proteínas, ya descubierta por Linus Pauling, que incluso postuló un modelo para el ADN de triple hélice con un núcleo central de pentosafosfato.
Chargaff había comprobado que todo ADN analizado presentaba una composición en nucleótidos tal que la proporción de bases púricas (A-G) era igual a la de bases pirimidínicas (T-C) y, más concretamente, que la proporción de adenina era igual a la de timina y la de guanina igual a la de citosina.