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La pezuña escaladora de las cabras

Publicado por Ramón Contreras

La expresión estar como una cabra quiere decir que uno está loco. Esto se dice porque las cabras hacen cosas inexplicables para los humanos. Hoy no vamos a hablar de la capacidad de las cabras para comer neumáticos (que no para digerirlos) sino de otra de las cualidades que las hace tan raras para nosotros. Las cabras son tal vez el mejor trepador de muros que hay en la naturaleza. Cuando pensamos en un animal escalador creemos que tener pulgar oponible o incluso manos facilitaría la cosa. De hecho, la mayoría de primates tienen ambas cualidades y son muy buenos trepando a los árboles. Sin embargo, las cabras tienen pezuñas, como las ovejas, y aun así son capaces de subir paredes casi completamente rectas. Las cabras explotan esta habilidad para dos cosas. Uno, escapar de depredadores que son incapaces de seguirles el ritmo vertical. Las cabras pueden no ser especialmente rápidas, pero sí que rápidamente tirarán hacia las alturas cuando se encuentran en peligro. Dos, para encontrar comida, las cabras se han especializado en vivir en zonas montañosas o al menos pedregosas. En esos hábitats las plantas son escasas y suelen estar en grietas de la roca, por lo que subir a por ellas les supuso una ventaja evolutiva frente a sus familiares del llano, las ovejas.

El Oretragus oretragus es conocido por caminar sobre la punta de los dedos

Para empezar de desentrañar la capacidad de las cabras hay que hablar de sus patas. Como hemos dicho, tienen pezuñas, pero no como los caballos, sino más similares a las vacas o las ovejas, puesto que cada pie cuenta con dos dedos. De hecho, las cabras, vacas y ovejas, forman parte de la familia Bovidae, los bóvidos, y las cabras y las ovejas a su vez de la subfamilia Caprinae, de ahí su similitud física. En realidad, el género Capra, cuenta solo con 9 especies, pero a estas hay que sumar otros géneros como Hemitrasgus, Naemorhedus o Capricornis para completar el amplio abanico de cabras del mundo. En cualquier caso, en las cabras cada uno de estos dedos tiene dos partes. La punta de las uñas es rígida y fuerte, mientras que la parte trasera es más blanda. Este doble juego les permite gran variedad de posibilidades. Mientras que con la parte dura pueden engancharse a pequeños salientes, con la parte blanda se amoldan a las rugosidades de la superficie para aumentar su contacto. Evidentemente, las cabras tienen una gran fuerza en los pies, que les permiten que no les falle un solo dedo para aguantar todo su peso. Pero es la combinación de la parte dura y la blanda la que le otorga su especial habilidad. Para comprender la fuerza de cada dedo basta con decir que en realidad estos animales serían capaces de andar constantemente sobre la punta de sus pezuñas, como muchos hacen, sobre todo al caminar sobre rocas. Así aprovechan cualquier mínima grieta del terreno para ceñir la pezuña y “clavarse” en el suelo.

Lamentablemente, hay que recordar que las cabras no son perfectas y muchas veces caen cuando realizan sus paseos funambulistas. Es frecuente que los servicios forestales tengan que recoger a cabras (y otros caprinos) despeñados intentando efectuar proezas imposibles. En cualquier caso, las cabras son los grandes escaladores de la naturaleza y se tienen bien merecido su lugar en lo más alto de cualquier clasificación de animales escaladores, y también el lugar más alto en las paredes verticales.