La tiña, y los hongos que la causan
La tiña es un conjunto de infecciones por hongos que se dan en la epidermis. Existen varias especies de hasta 3 géneros diferentes que causan estas infecciones -Microsporum con 4 especies, Trichophyton con 6 especies diferentes y Epidermophyton con una sola especie-. Dependiendo de la zona del cuerpo es más frecuente encontrar una u otra especie. La tiña o más técnicamente las dermatofitosis es transmitida al ser humano por los animales. El contacto con animales afectados puede llevar al contagio si no se tienen las medidas higiénicas adecuadas para la piel, las uñas y el cabello. Aunque en general no cursan con grandes problemas y sus síntomas son leves, aunque sin mejoras de la higiene la micossis puede extenderse y causar problemas más serios. Evidentemente los animales que más frecuentemente pasan la enfermedad a humanos son los domésticos, perros y gatos, pero también pueden tener este tipo de micosis vacas, cabras, ovejas, cerdos o conejos, así como multitud de animales salvajes entre los que más veces encontramos es entre roedores y aves. Las esporas del hongo pueden pasar de un individuo a otro por contacto o por usar los mismos utensilios, como peines o toallas. Aunque también pueden sobrevivir largos períodos de tiempo en el suelo y pasar a los animales o al hombre desde ahí.
Tanto en animales como en humanos la tiña es fácil de diagnosticar. Deja un sarpullido redondo en la piel, normalmente en zonas sin pelo. En uñas, pelos y plumas deja una coloración diferente apagada y con aspecto polvoriento. Se distingue la tiña dependiendo de la región que afecte, ésta puede ser: el cuero cabelludo -donde la tiña más frecuente es causada por Microsporum canis-, la barba -que si bien también puede estar causada por M canis, es más frencuente T. mentagrophytes u otras especies del género Trichophyton-, el tronco o las extremidades -causada por T. rubrum principalmente aunque M. canis, vuelve a estar presente en algunas ocasiones- , la planta de los pies y las manos, las uñas y la ingle -son más frecuentemente infectados por T rubrum, pero también T. mentagrophytes y en el caso de los pies y la ingle se detecta en un pequeño porcentaje E. flocossum-. Las uñas de los pies son infectadas con mucha mayor frecuencia por el uso de calzado que generará un ambiente idóneo para el crecimiento de los hongos.
Todas estas especies son cosmopolitas y pueden causar casos en todo el mundo. Sin embargo, las regiones tropicales, con sus climas cálidos y húmedos, son mucho mejores para la colonización de los hongos. Las piscinas y los baños públicos han sido una fuente de tiña, aí como el uso continuado de toallas, calcetines o calzado puesto que al no lavarse permiten que se establezcan las esporas. En ocasiones los tratamientos antifúngico no tienen efecto porque se sigue reinfectando desde el calzado.
Para tratar las tiñas se recomienda un antifúngico de uso tópico, los tratamientos son muy prolongados, normalmente más de un mes. Esto es debido a que el hongo coloniza las capas inferiores de la epidermis y ahí puede resistir en forma de esporas que reinfectarán el tejido si no son correctamente eliminadas.