Avistamientos del leopardo de Anatolia en 2021, ¿buenas noticias para una especie en peligro crítico de extinción?
Una buena noticia para el mundo de la diversidad y la protección de la biodiversidad. Después de 50 años sin ver un ejemplar, una cámara capta el paso de un leopardo en la región de Anatolia (Turquía). La subespecie de la región se consideraba extinta en gran parte del país por falta de avistamientos desde los años 70. La imposición del humano en los medios naturales es incompatible con la vida de algunos depredadores que cazan ganado y personas cuando no encuentran a sus presas naturales. Es por eso que durante mucho tiempo, a mediados del siglo XIX, se realizaron grandes partidas de caza para acabar con este felino. En 1974 se dio la especie por extinta tras matar a un ejemplar que había atacado a una mujer en Bagözü. El leopardo de Anatolia es curiosamente uno de los animales simbólicos del país y los sentimientos sobre ellos son encontrados en un país con gran tradición de pastoreo, pero que al mismo tiempo tiene una gran diversidad que proteger.
En la actualidad, el leopardo de Anatolia (Panthera pardus tulliana) está en peligro crítico de extinción según los informes de la UICN. Es decir, cuenta con tan solo entre 10 y 105 ejemplares vivos aproximadamente. En realidad, las estimaciones están más cerca de 10-15 ejemplares en Turquía y habitando tan solo en zonas remotas de la península montañosa que era su territorio. Sin embargo, y si nos remitimos a los nuevos avistamientos de 2021 y 2022, puede que desde esta estimación de 2013 la población haya logrado aumentar un poco. Los avistamientos de estos felinos son muy esporádicos y desde el 2013 no se habían realizado apenas. Puesto que en ese año un pastor mató a un leopardo de Anatolia, cuando ya se les consideraba extintos. En ese momento (2013) hacía 3 años que no se avistaba uno en todo el país y casi 50 años en esa región concreta. Por otro lado, en 2021 moría el último leopardo de Anatolia que se conservaba en el zoológico de Ankara. Para entonces las cosas no pintaban bien para el leopardo de Anatolia, una subespecie del leopardo persa. Aun así, la UICN se resistía a etiquetarlo como extinto de nuevo, para evitar tenerlo que volver a resucitar dentro de unos años cuando se vuelva a ver otro.
Ahora, la aparición de estos leopardos en hasta 4 localizaciones diferentes de la península de Anatolia muestra que los ejemplares están ampliando su área de campeo. A principios de siglo se conocían algunos ejemplares dispersos en Irán y una pequeña población estable en el parque nacional de Vashlovani en Georgia (el país vecino a Turquía) pero el paso de este espacio protegido a otras regiones salvajes es un buen auguro sobre su disposición a retomar sus territorios y ampliar su población. Sin embargo, los leopardos son animales muy itinerantes con gran movilidad, por lo que los avistamientos no pueden tomarse demasiado positivamente como un aumento claro de la población. Cabe destacar, que el gobierno turco se ha guardado la localización exacta de los avistamientos para proteger a los animales. Puesto que todavía quedan cazadores ansiosos por conseguir una de sus preciadas pieles.