Plantas parásitas en peligro de extinción
Las plantas parasitarias dependen de las plantas huésped para obtener agua y nutrientes. Las plantas parasitarias se pueden clasificar de varias maneras. Sin embargo, la forma más común se basa en su punto de unión al huésped (parásitos de los brotes o raíces) o en la ausencia o presencia de clorofila (hemiparásitos u holoparásitos, respectivamente). Rafflesiaceae son parásitos no fotosintéticos, que son sin hojas, sin tallo y sin raíces, y dependen de sus plantas huésped para la nutrición. Las plantas en Rafflesiaceae son excepcionalmente hermosas estéticamente y de aspecto extraño. Esta familia incluye los géneros Rafflesia (28 especies), Rhizanthes (4 especies) y Sapria (3 especies).
La escupidera de ermitaño, ) es una planta parásita de la raíz. Es uno de los taxones menos conocidos que se pueden encontrar en el norte de Tailandia. Se ha encontrado que las especies de S. himalayana parasitan en las raíces de las especies de Tetrastigma (T. obovatum, T. laoticum y T. cruciatum). La agricultura intensiva para satisfacer las demandas de la gente y varias otras actividades humanas contribuyen a hacer que S. himalayana se convierta en una especie rara o en peligro de extinción. Además, S. himalayana tiene una mortalidad de brotes naturalmente alta en 46 a 67% y una tasa de fructificación baja de 8 a 12% 6. Sus posibilidades de supervivencia son tan pequeñas que se necesitan medidas adecuadas y planes de conservación para que tengan una mejor oportunidad de prosperar. Una clave crucial para la conservación exitosa es el estudio y monitoreo de especies. Sin embargo, la mayor parte de la vida de esta especie se pasa bajo tierra y la única parte de la planta que emerge del huésped es la flor. Sus flores suelen ser visibles durante una época específica del año y, por lo tanto, sería difícil monitorear el S. himalayana en las otras épocas del año. La actividad o el comportamiento estacional tiene un impacto en las probabilidades de detección y un gran impacto adicional en los enfoques de muestreo de campo convencionales para medir la abundancia o ausencia / presencia de organismos. Los métodos actuales basados en ADN funcionan razonablemente bien para enumerar especies para el manejo y conservación de los recursos naturales. Las técnicas moleculares avanzadas facilitan la estimación y el monitoreo de la biodiversidad, especialmente la aplicación cada vez mayor de ADN ambiental o eADN. Esto ha demostrado ser un método sensible, efectivo y conveniente con mayor velocidad. Se podría encontrar que el ADN de organismos vivos, incluidos animales, plantas y hongos, se acumula en el entorno. El uso de eADN para el monitoreo de especies se realiza mediante la detección de fragmentos de ADN que los organismos de interés liberan en los ambientes. El ADN encontrado en ambientes podría provenir de varias fuentes. El uso de eADN para el monitoreo y detección de especies se está volviendo más popular, con un número creciente de estudios dedicados tanto a la prueba como a la aplicación de estos métodos. Sin embargo, por el momento, estos se aplican principalmente a organismos acuáticos, incluidos varios peces, anfibios y mamíferos