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¿Dónde guardas las abejas el polen mientras vuelan? En la corbícula

Publicado por Ramón Contreras

Las especies de abeja tienen dos formas de acarrear de una flor a otra el polen del que se alimentan y que de paso poliniza las distintas flores. A parte de los posibles granos de polen que se adhieren a las vellosidades del cuerpo, existen dos estructuras externas que las abejas utilizan a tal fin. Una de ellas es la escopa, de la que puedes leer más en el artículo que le dedicamos aquí. La otra estructura se denomina corbícula y a ella dedicaremos este artículo.

La corbícula de esta abeja rebosa polen, pero gracias al prensado y a la miel con que se emplasta el polen no se despega.

La corbícula de esta abeja rebosa polen, pero gracias al prensado y a la miel con que se emplasta el polen no se despega.

Tanto la corbícula como la escopa se sitúan en el mismo segmento del último par de patas, en la tibia. Sin embargo la corbícula es una estructura más especializada y eficiente que la escopa a la hora de almacenar y transportar el polen. El hecho de que su función y localización sea idéntica lleva a la posibilidad de una estructura ancestral común. Aún así es importante señalar que la escopa no es lo mismo que la corbícula. Aunque ambos órganos tienen la misma función la corbícula es una estructura especializada diferente, tanto que sirve como carácter taxonómico para clasificar a las abejas. Los registros fósiles no han arrojado luz sobre si es un caso de evolución divergente, a partir de un ancestral común se forman dos estructuras o convergente, desde dos estructuras originarias con funciones diferentes se llega a una estructura con funciones similares.

La corbícula es un hueco rodeado de vellosidades en el segmento que forma la tibia del último par de patas de las abejas hembras. En esta “canasta” las abejas introducen el polen que recolectan de flor en flor. Cuando se van a ir a otra flor, durante el vuelo las abejas se limpian con las patas delanteras. Cepillándose la cabeza, las antenas y el cuerpo. Después con las patas posteriores lo comprime hasta formar una bola de polen. Esto se lleva a cabo en una especie de prensa dentada, una estructura especializada de sus patas, llamada aurícula. que pasan hasta el hueco de sus patas traseras. Gracias a los pelos de la corbícula el polen no se cae durante el vuelo.

La corbícula solo está presente en cuatro de las veinte tribus de la Familia Apinae, a esas 4 tribus se les denomina ocasionalmente abejas corbiculadas y son las abejas melíferas (tribu Apini), los abejorros (Bombini), abejas de las orquídeas (Euglossini) y abejas sin aguijón (Meliponini). El resto de tribus de la familia poseen escopas. Es verdad que se cree que el porcentaje de especies descritas de la Familia Apinae es muy bajo, así que no se puede descartar que aparezcan más tribus o géneros con escopa o corbícula.

En la taxonomía de los grupos de seres vivos más numerosos, como es el caso de las abejas, se recurre frecuentemente a taxones intermedios entre los taxones clásicos. Las tribus son un escalón intermedio entre las familias y los géneros. Los géneros de las tribus comparten características filogenética entre sus géneros mayores que con otros géneros de la misma familia. Sin embargo, presentan características suficientemente diferenciadoras que impiden agruparlos en el mismo género.