Las abejas
Se conoce por el nombre común de abejas a un conjunto de especies de insectos con un antepasado común y la característica de alimentarse de néctar y polen. A este grupo también se les conoce como antófilos (del griego “amantes de las flores”).
Filogenia e historia evolutiva: las abejas aparecieron hace unos 100 millones de años. Al igual que otros grupos taxonómicos descienden de las avispas. Cuando se separaron evolutivamente dejaron de alimentarse de otros insectos y empezaron a hacerlo de néctar y polen. Se han descrito unas 16.000 especies de abejas dispersas en 9 Familias. Se cree que todavía quedan muchas especies por describir. El término abejas o antófilos no es un taxón real. Las abejas pertenecen a la Clase Insecta, al Orden Himenoptera suborden Apocrita (compartido por abejas, avispas y hormigas) y Superfamilia Apoidea (abejas y abejorros).
Descripción: no todas las abejas son tan sociales o gregarias como la abeja melífera (Apis melifera), famosa por la comunicación a sus compañeras de la posición de flores con néctar mediante un baile. Como todos los himenópteros su cuerpo está dividido en cabeza, tórax y abdomen. Gracias a su lengua larga lame el néctar de las flores. Su cuerpo está recubierto de pelo, con electricidad estática que recoge el polen de las flores, que después se limpiará y depositará en cestillos de sus patas. En el tórax aparecen tres pares de patas y dos pares de alas. En el extremo del abdomen presentan un aguijón que pueden usar en caso de peligro. En el abdomen también tienen una glándula cerera con la que hacen su colmena en la que la abeja reina (la única fértil pone unos 2000 huevos en sus 3 años de vida). Las obreras, hembras que no han comido jalea real viven una media de 3 meses. Los machos, zánganos, nacidos de huevos sin fecundar mueren tras el apareamiento con la reina.
Distribución y hábitat: las abejas son cosmopolitas, están presentes en todos los continentes en los que haya presencia de vegetales con flores, tanto angiospermas como gimnospermas. Esto descarta al continente Antártico. Debido a su alimentación suelen vivir cerca de lugares con claros de flores y recorren un área muy extensa para recolectar el polen o el néctar, de alrededor de 5 km. llegando hasta los 13 para los abejorros y de hasta 3 km para las abejas. Como otros insectos no toleran bien el frío, por lo que son más comunes en zonas templadas y no a excesiva altura.
Interacción con el ser humano: las abejas han sido de utilidad para el ser humano desde tiempo de los romanos en los que ya se recolectaban sus panales para extraer miel y cera (de la especie Apis melifera). Existen especies más utilizadas por su capacidad melífera, estas especies son diferentes en Europa, Asia y África. En América no hay especies melíferas de forma natural. En dicho continente se han introducido o bien las europeas o las africanas, que han resultado más resistentes en el sur tropical donde se han convertido en dominantes, el problema el que son mucho más agresivas.
En la década de los 2000 se ha venido observando el problema del colapso de colonias, en el que desaparecen la mayoría de individuos de una colonia. En primer lugar se observó en EE. UU. y posteriormente en Europa. La causa no está clara, pero se cree que es el resultado de un cúmulo de factores ambientales y infecciosos. Las teorías más especulativas afirman que e debido a la radiación de los móviles o a los controles de plagas.