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Coronavirus

Publicado por Ramón Contreras

Los coronavirus son un grupo d virus que pueden infectar a vertebrados. Entre los grupos de animales que infectan más conocidos se encuentran los animales domésticos aviares, felinos y caninos y, evidentemente, el propio ser humano. Se denominan coronavirus debido a que su morfología, cuando se observan al microscopio electrónico, se asemeja a una corona que envuelve el contenido de ARN del interior.

Filogenia e historia evolutiva: los coronavirus pertenecen, según la clasificación de virus actual al cuarto grupo (IV), que son los virus cuyo material genético se encuentra en forma de ARN de cadena única y positiva. Dentro del grupo IV pertenecen al Orden Nidovirales, del que los Coronaviridae son una de sus tres familias taxonómicas. Aunque se han descrito varios géneros: Coronavirus, Betacoronavirus y Torovirus; más allá de la familia taxonómica se clasifican más frecuentemente, dependiendo del huésped al que infectan. Existen, pues unos 12 coronavirus conocidos capaces de infectar perros, gatos, ave, ovejas, ratones, cerdos, caballos y ratas.

Los coronavirus, se caracterizan por poseer su material genético en grandes cadenas únicas de entre 20 y 35 Kb, lo cual es mucho mayor que la media de longitud para el material genético de virus. Se ha observado que los coronavirus presentan una capacidad excepcional de recombinación genética, que otorga al grupo una gran variedad genómica, llegando incluso a contener ARN negativo cuyo origen es las células que infecta.

Los coronavirus se denominan así por la morfología que presentan al microscopio.

Los coronavirus se denominan así por la morfología que presentan al microscopio.

Descripción: como ya hemos dicho los coronavirus mantienen su material hereditario en forma de ARN monocatenario y de sentido positivo (+ssARN). Con esto queremos decir que cuando infecta a una célula este ARN no necesita ser copiado a ADN antes de empezar a generar proteínas, pues tiene el mismo sentido que el ARN propio de los organismos que infecta. Esto hace que sus infecciones cursen muy deprisa. Los coronavirus presentan varias estructuras que hacen variar su morfología durante su ciclo vital, entre redondeados y en forma de tornillo. La cubierta está formada por dos proteínas. S, de gran peso molecular y unida a glúcidos es la más exterior y la que forma las proyecciones características del grupo, denominadas peplomeros. La glicoproteína M forma junto con S la cubierta. En el interior, formando la cápside encontramos la fosfoproteína N, que le otorga la morfología en hélice.

Distribución y hábitat: los coronavirus colonizan sobre todo el tracto respiratorio de vertebrados y muy pocas veces el sistema nervioso. La mayoría de enfermedades que causan son bronquitis u otras infecciones del aparato respiratorio superior. El periodo de incubación es de entre dos días y una semana. Su transmisión es aerea en las microgotas propias de la respiración. En diversas especies silvestres, los coronavirus actúan como reservorios naturales, lo que puede facilitar la aparición de nuevas cepas por zoonosis.

Interacción con el ser humano: Dentro de los coronavirus que afectan al ser humano encontramos el SARS CoV, causante del Síndrome respiratorio agudo y que infectó a numerosas personas en Cantón, China, causando la muerte del 13% de los infectados (765). El MERS-CoV Síndrome respiratorio por Coronavirus de Oriente Medio que tuvo una mortalidad del 30% y que empezó en Arabia Saudí en 2012 y se extendió por algunos países de Europa y América. En los últimos años, la pandemia del COVID-19, causada por el SARS-CoV-2, se extendió globalmente, causando graves impactos en la salud pública y en la economía mundial. A partir de 2020, la distribución de vacunas ha sido crucial en el combate contra el virus, con tecnologías innovadoras como las vacunas de ARNm. Además, se han identificado variantes como Delta y Ómicron, las cuales presentan diferentes características de transmisión. En general, no causan enfermedades graves, pero al infectar el tracto respiratorio superior casi no se ven atacados por el sistema inmune, lo que permite su proliferación. Es debido a esto, conjuntamente con su alto poder de recombinación que aparecen nuevas cepas frecuentemente.

Efectos en la salud a largo plazo: Un número creciente de personas experimentan efectos a largo plazo del COVID-19, conocidos como «Long COVID». Estos síntomas, que incluyen fatiga persistente y dificultades respiratorias, siguen siendo objeto de investigación para comprender mejor su impacto y cómo tratarlos eficazmente.