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Porqué aumentan los contagios y Qué pasa con los vacunados contagiados

Publicado por Ramón Contreras

A medida que avanza la vacunación contra el SARS-coV-2 y parece que la pandemia denominada COVID-19, que ya trae cola hasta el 2021, va siendo controlada los nuevos casos están volviendo a aumentar. Tras el confinamiento, el aplanar la curva y las medidas de prevención, la vacuna trajo la puerta abierta a una vida de doble filo. El verano llama mucho a salir a la calle y a socializar, máxime si llevamos un año viviendo con el miedo al contagio. La verdad es que la vacuna ha ayudado en gran medida a disminuir los casos de COVID y todo son buenas noticias. Al menos son buenas noticias hasta que se retiran progresivamente las medidas de distanciamiento social y vuelven los positivos, las hospitalizaciones y los afectados en UCI. De hecho, en muchas comunidades se piensa de nuevo en cerrar el ocio nocturno o el turismo para evitar la propagación de nuevo.

La vacunación es una forma preventiva de combatir la enfermedad, pero a parte del hecho de que solo protege a la gente que se pone la vacuna (cosa que parece que muchos no vacunados no parecen entender) no significa que la vacuna de invulnerabilidad. La vacuna prevendrá que mucha gente vaya a la UCI, pero muchos vacunados se contagiarán de COVID y tendrán problemas de salud derivados. Posiblemente no sean graves, pero algo habrá. Serán como un catarro con suerte y con mala pata supondrá una visita al hospital.

Es verdad que la mayoría de hospitalizados, contagiados y graves son personas sin vacuna. Venimos diciendo desde hace meses que los jóvenes van presentándose cada vez más en los hospitales con positivos de coronavirus. Pero también personas de entre 40 y 50 años empiezan a llenar las camas y las UCIs. Los más mayores (por encima de los 60 años) parece que están fuera de los hospitales, gracias posiblemente a la vacunación de esta franja de población que se hizo en primer lugar, pero aún sigue un pequeño porcentaje de los ancianos hospitalizados.

La variante Delta, que ya supone un alto porcentaje de contagios en todo el mundo, contiene una carga viral especialmente alta. Esta característica de la variante es precisamente lo que la hace tan transmisible y lo que puede ocasionar que incluso una persona vacunada se contagie al aire libre. La transmisión aérea del virus hace que las medidas de distanciamiento social vuelvan a ser clave para evitar coger el virus. Sobretodo si empezamos a quitarnos las mascarillas, relajamos las medidas higiénicas y sobretodo empezamos a ver a mucha gente. Porque aunque no vayamos a ir al hospital contraer la enfermedad, por leve que sea, es dar continuidad al virus, a sus mutaciones que la pueden convertir en algo más grave y eventualmente transmitir la enfermedad a otra persona que tal vez no tenga tanta suerte para soportar el virus y acabe en el hospital. Como lleva siendo desde el inicio, contraer la enfermedad puede pasar aunque se tomen todas las medidas de seguridad, en ese caso solo que en nuestra mano tener conciencia y evitar el contacto con otras personas para impedir que el virus se siga extendiendo.