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Antibióticos: AMA, ¿una nueva esperanza?

Publicado por Ramón Contreras

Desde el momento en el que el ser humano empezó a usar antibióticos para eliminar a las bacterias patógenas de su organismo y su entorno las bacterias empezaron una carrera contra la especie humana por su supervivencia. Para ello las bacterias han desarrollado y están desarrollando genes que les permitan resistir a los antibióticos. Normalmente por genes de resistencia nos referimos a mutaciones en los genes que se veían afectados por los antibióticos o de otros genes relacionados con el metabolismo de los antibióticos. Los genes que codifican para este último apartado se suelen encontrar codificados dentro de plásmidos, unidades genómicas accesorias que las bacterias de una misma especie, y en ocasiones entre diferentes especies, pueden transmitirse horizontalmente. Puedes leer más sobre los plásmidos en el artículo que le dedicamos aquí. O sobre algunos antibióticos de uso común, penicilina, kanamicina o ampicilina .

En esta carrera evolutiva entre la especie humana y los patógenos los seres humanos han ido desarrollando nuevos antibióticos desde el descubrimiento de la penicilina hasta la década de 1980. A partir de esa fecha los antibióticos nuevos eran solo ligeras modificaciones de las estructuras de otros antibióticos conocidos. Es por eso que el aumento de cepas resistentes a los antibióticos puede poner en jaque a la raza humana como no se encuentre una solución a este problema. En la actualidad existen un gran número de proyectos dirigidos en esta dirección. Uno de los trabajos que ha logrado mayor éxito a este respecto es el llevado a cabo por un equipo de investigadores de la universidad canadiense de McMaster, que ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista científica Nature.

En su trabajo han estudiado las propiedades de una proteína de un hongo de Nueva Escocia que parece ser capaz de evitar la proliferación de cepas resistentes de E. coli en ratones. Esta molécula denominada por sus descubridores como AMA, se ha observado que no es un antibiótico, sino que permite la acción de los antibióticos con los que se suministra. AMA parece interaccionar con el gen NDM-1 (Nueva Delhi MEtalo-beta-Lactamasa-1). Que es uno de los principales responsables de la resistencia bacteriana a varios antibióticos. El mecanismo exacto de la interacción entre NDM-1 y AMA permanece todavía sin resolver.

En el estudio llevado a cabo en Canadá se inocularon ratones con cepas de E. coli con un plásmido con NDM-1, que otorgaba resistencia a antibióticos. Después estos ratones han sido tratados con diferentes medidas. Por un lado se administró a un grupo de ratones infectados solo AMA, a otro grupo de ratones solo los antibióticos y a un tercer grupo se le dio una mezcla de ambos. En el experimento aquellos ratones que recibían el tratamiento con el antibiótico (que era concretamente carbapenem) y AMA sobrevivieron a la infección, mientras que aquellos tratados tan solo con uno de los dos compuestos no sobrevivieron a la infección.

Tinción gram de E. coli

Tinción gram de E. coli

Los componentes de esta investigación han sorprendido al mundo con este nuevo acercamiento al problema de la resistencia a los antibióticos. Tal vez la solución no sea encontrar antibióticos nuevos capaces de matar a las cepas que ya son resistentes a los antibióticos que la especie humana es capaz de sintetizar, sino encontrar una manera de hacer que los antibióticos que se han descubierto hasta la fecha vuelvan a afectar a las bacterias.