Agricultura intensiva, ventajas e inconvenientes
El día 22 de mayo fue el día del árbol, sobre el que ya escribimos aquí. Esta semana vamos a dedicarla a tratar algunos temas relacionados con la importancia de los árboles y en general de las plantas para la vida humana.
La agricultura intensiva es un tipo de actividad focalizada en sacar el máximo rendimiento de la tierra. Para ello se vale de técnicas mecánicas de siembra, arado,recolección, etc. Así como el uso de abonos y variedades especialmente productoras. La agricultura intensiva trata de sacar el máximo provecho de cada metro de tierra destinado al cultivo. Se denomina así por contraposición a la agricultura extensiva en la que se obtienen mayores rendimientos con el simple hecho de tener campos más grandes.
A lo largo de las edades la utilización que el ser humano ha hecho de los recursos a su disposición ha cambiado. Cada nueva investigación que se desarrollaba modificaba el modo de pensar, las necesidades y las oportunidades que el ser humano tenía de interaccionar con el ambiente. La agricultura como una de las actividades humanas más antiguas de las civilizaciones es una de las que más ha evolucionado. La agricultura intensiva es una forma de cultivar la tierra que apareció con la revolución industrial.
Los descubrimientos en química, fisiología vegetal, hidrología y climatología, así como la mejora de las especies de uso agrícola hicieron posible que la agricultura alcanzase nuevas cotas de producción durante la era industrial europea (iniciada tímidamente en el siglo XVI en Inglaterra y hasta el siglo XIX). Esta mejora en las condiciones de trabajo hicieron posible un aumento de la población mundial sin precedentes. En consecuencia la ganadería también pudo ser intensiva con el excedente de comida y también se puede hablar de ganadería intensiva.
La agricultura intensiva usa todos los recursos científicos a su alcance para mejorar las cosechas. Insecticidas, pesticidas, mecanización de procesos, mejora genética (ya sea tradicional o moderna) y un mejor aprovechamiento del agua. El objetivo de este tipo de agricultura es la obtención de una gran producción. Es fácil entender que para el agricultor más producción son más beneficios, pero a nivel de la humanidad el aumento de la producción agrícola y por consiguiente la disminución de los precios de mercado han posibilitado una mejor nutrición a nivel global y ha acercado una mayor variedad de productos a sectores menos favorecidos (como por ejemplo los climas extremos donde el cultivo es dificultado por el tiempo) y el transporte de alimentos supone el principal coste del producto final.
El descubrimiento de las necesidades específicas de cada especie agrícola han enfocado la industria hacia productos más especializados para cada uno. De esta manera encontramos abonos especiales de enraizamiento, de floración o de formación de tubérculos por dar algunos ejemplos.
El uso desmedido de estas tecnologías es perjudicial para el medio ambiente. No olvidemos que los pesticidas y los herbicidas tienen como finalidad matar otras especies de animales y plantas que no son las que deseamos cultivar. Es poreso que a medida que se conocen más datos de los efectos del uso indiscriminado de estos productos aumenta y aumenta la conciencia ecológica se desarrollan nuevas tecnologías más amigables con el medio ambiente. Por otro lado, como respuesta a estas situaciones de descontrol ecológico en el medio rural ha surgido un movimiento denominado agricultura ecológica que propone dejar de usar los avances tecnológicos (y los beneficios que ellos conllevan) a favor del mantenimiento de los ecosistemas en contrapartida de un detrimento de la producción (que llevaría inexorablemente a dos escenarios: la hambruna o el aumento de extensión de cultivos). Lee más sobre la agricultura ecológica en su artículo aquí.