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El sentido del electromagnetismo de las aves descubierto a nivel cuántico

Publicado por Ramón Contreras

Desde hace muchos años se sabe que hay animales que tienen sentidos de los que carecen los humanos. No son pocos los animales capaces de ver en colores diferentes a los que vemos los seres humanos (y no solo los perros que ven menos colores, sino que hay animales que tienen una paleta mucho más amplia que nosotros). Pero eso al fin y al cabo es como el resto de los sentidos que posee el hombre, el olfato, el oído o el gusto, que encontramos animal con diferentes rangos de habilidad con ellos. Sin embargo, resulta difícil de comprender que hay animales capaces de sentir cosas que son más que invisibles para el ser humano. Una de ellas es el campo magnético de la Tierra. En experimentos de laboratorio se ha podido comprobar que hay bacterias que pueden sentir y distribuirse en función de un campo magnético. Pero en el mudo de los vertebrados son las aves las que tienen más sentido del campo magnético de todos. Se sabía que muchas aves utilizan el campo magnético de la tierra para orientarse. Las grandes migraciones de las aves es posible que se basen en este sentido, las palomas mensajeras también se había comprobado que eran capaces de sentir el campo magnético para orientarse. Dentro de los mamíferos las vacas también tienen este sentido. Lee más sobre sentir el magnetismo aquí (próximamente).

Uno de los problemas relacionado con la descripción de este tipo de sentidos es que a nuestro modo de ver el campo magnético es muy débil para poder percibir las variaciones en él. Recientemente se ha profundizado en cómo funciona este sentido en las aves. Un equipo nipón ha descrito el posible mecanismo físico y químico que subyacería en este sentido. La presencia de dos elementos cargados negativamente en las células de sus ojos les permitirían mediante el cambio en sus cargas percibirlo. La flavina que se encuentra en el citocromo presente en las células de los ojos sería el encargado de modificarse. El sistema funciona con una molécula de pterina y una de flavinas. La pterina le pasa un electrón a la otra. De esa manera una queda cargada positivamente y la otra negativamente, se forman dos radicales, de tal manera que se orientan respecto a sus cargas. Los espines de los electrones se alinearán Con un campo electromagnético débil los electrones saltan de una molécula a otra y permiten dependiendo de la posición de la carga cambios en la reactividad de la molécula. Cunado no hay campo magnético la flavina permanece no excitada pero con la presencia del campo los electrones saltan.

En este aspecto el equipo de Japón que ha publicado en la prestigiosa revista PNAS ha tenido que desarrollar un microscopio capaz de observar las variaciones de posición a nivel molecular. Lo han conseguido replicando el sistema en células humanas cultivadas y han observado que la luz que emitian, los fotones, era menos en un campo magnético, demostrando que el sistema captaba la luz. Este grupo ha llevado los estudios de los sentidos hasta un nivel cuántico de la materia nunca analizado hasta ahora.