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Cómo afecta el tabaco a las embarazadas y al embarazo

Publicado por Ramón Contreras

Dejar de fumar es una de las recomendaciones que se hacen a todas las mujeres cuando buscan quedarse embarazadas o cuando ya lo han conseguido. A las mujeres embarazadas se les recomienda una gran cantidad de cosas, como dejar de fumar, tomar alcohol, los embutidos, los quesos de leche cruda no pasteurizada, etc. estas recomendaciones tienen una base médica lógica y en la mayoría de los casos se siguen sin muchos problemas. Las recomendaciones alimenticias por ejemplo se basan en que se puede contraer alguna enfermedad que podría pasarse al feto. La posibilidad de contraer la enfermedad es la misma estando embarazada o no. Sin embargo, no es lo mismo que afecte al individuo adulto con un sistema inmune apropiado que si afecta a un embrión en desarrollo cuando toda la energía debería estar destinada a crecer.

El tabaco es una de las recomendaciones que más mujeres reconocen que es difícil dejar, esto es debido a que la nicotina del tabaco crea adicción. Puedes leer más sobre el efecto de la nicotina sobre el sistema nervioso aquí. Ese efecto no solo ocurre en la futura madre, sino que el feto recibe unas dosis semejantes, creándole la adicción dentro de la barriga de la progenitora.

Por otro lado, la nicotina tiene efectos no solo el sistema nervioso en general sino que el sistema nervioso generará efectos musculares. Esta completamente bien descrito el efecto de la nicotina en la presión sanguínea y la vasoconstricción. Los vasos sanguíneos con la nicotina se cierran dejando asar menos sangre y aumentando la presión con la que ésta circula. Esto tiene un efecto negativo sobre el feto que necesita alimentarse a través de la sangre de la madre. Si llega menos sangre el feto se desarrolla más despacio. Además la presión alta tiene un mayor riesgo de nacimiento prematuro y bajo peso al nacer (se calcula que el 15% de los partos prematuros son debidos a que las madres no dejaron de fumar durante el embarazo, y que el 25% de los casos de nacimiento muertos se deben a esto mismo).

A efectos del desarrollo del embrión y del feto, el tabaco afecta de forma más aguda al pulmón en desarrollo que al del adulto. Esto no solo afectara al desarrollo sino que puede implicar problemas pulmonares durante toda la vida del individuo nonato (una mayor frecuencia de infecciones de las vías respiratorias: bronquitis y neumonías y otitis). Además, al nacer el bebé se encontrará con un síndrome de abstinencia como el de cualquier adulto que intenta dejar el tabaco. El inconveniente es que no puede fumar y que tampoco tiene forma de entender o comunicar su nerviosismo e irritabilidad.

Una vez nacida la criatura las madres fumadoras se ha comprobado que pueden amamantar durante menos tiempo a sus hijos, algunas de ellas no les llega a bajar la leche. La leche materna es fundamental durante las primeras etapas del crecimiento puesto que la leche materna contiene leucocitos y otras moléculas defensivas que pasan así de la madre al hijo. Estos efectos son solo los provocados por la nicotina, aunque las estimaciones más altas suponen que hay más de 4000 sustancias nocivas en el tabaco.