Cambios hormonales en primavera
Todos los animales están influenciados por su entorno. Uno de los cambios más importantes para la mayoría de animales son los cambios de estación. La primavera es el tiempo de cría, de reunirse en manadas y bandadas y migrar o de cambiar el pelaje, el plumaje, llevar a cabo la metamorfosis o de eclosionar los huevos de insectos, aves y reptiles. Puedes leer más sobre algunas de las variaciones más frecuentes del comportamiento de los animales en el artículo que le dedicamos aquí (próximamente). Pero, ¿cómo detectan los animales que ha llegado el tiempo para estas actividades?
Existen formas inconscientes, reguladas bioquímicamente, en las que los animales perciben la llegada de la primavera. El aumento de las temperaturas y el aumento de las horas de luz son los cambios de las condiciones ambientales más frecuentes que los seres vivos perciben para darse cuenta que se está acabando la estación fría y empieza la estación de las lluvias.
Los seres vivos poseen relojes internos que regulan el ciclo diario del individuo. El hipotálamo es el principal responsable de la respuesta a las señales ambientales. Esta región cerebral es la encargada de controlar y modificar la secreción hormonal de varias glándulas relacionadas con el ritmo circadiano (del que puedes leer más aquí, próximamente), y el ciclo anual.
Estas glándulas son: la glándula tiroidea que está situada en el cuello y es el principal controlador del metabolismo del cuerpo. La glándula pineal es encuentra en el interior del cerebro y regula los patrones de sueño. La serotonina es el neurotransmisor más importante en la regulación de la secreción hormonal de ambas glándulas. Su síntesis está relacionada con la cantidad de luz que recibe el cuerpo, por lo que más horas de luz estimulan un incremento de la actividad. Lee más de la serotonina en su artículo aquí .
Del mismo modo, los animales de sangre fría (insectos, invertebrados, reptiles) perciben el aumento de la temperatura corporal, lo que dispara la activación hormonal del metabolismo, que durante el periodo frío había sido reducido al mínimo de la subsistencia. Muchas especies de invertebrados son anuales, nacen con la primavera (cuando se activa la hormona de eclosión presente en los huevos) y con la llegada del invierno depositan los huevos de la siguiente generación y mueren. La hormona de eclosión activa al corazón y el cerebro.
Los animales de sangre caliente que viven en zonas frías mudan su pelaje o plumaje con el aumento de temperaturas. Las hormonas tiroideas controlan el crecimiento de las células epidérmicas, y por lo tanto el cambio de pelaje. Éstas a su vez son controladas por el hipotálamo, que a su vez se estimula por la serotonina.
La glándula pineal produce la melatonina, una hormona relacionada con la modulación de los patrones de sueño. Ësta hormona es un derivado de la serotonina y en su síntesis interviene la vitamina D. La vitamina D estimula la absorción de calcio y fósforo para un aumento de la actividad. La síntesis de la melatonina y de la vitamina D necesita de la fotoconversión producida por los rayos ultravioletas que recibe el organismo del sol. Por lo que una mayor exposición al sol estimula la síntesis de melatonina y acorta los periodos de sueño, para acompasar el ciclo diario del individuo a la cantidad de luz.