Primavera
Debido al movimiento orbital de la Tierra alrededor del Sol y al ángulo de inclinación del planeta durante su rotación diurna el planeta tiene variaciones climáticas que se alternan de forma anual. Mientras que en las regiones del ecuador las diferencias de horas de luz, temperatura o precipitaciones son casi imperceptibles, a medida que nos alejamos en dirección a los polos estas diferencias van haciéndose más notables hasta sus extremos, como las noches con luz o los días enteros sin sol de los círculos polares. En las zonas templadas, las que se encuentran entre las áreas de influencia del ecuador y los polos es donde el cambio de las estaciones es notorio. En general, se consideran 4 estaciones que se alternan: primavera, verano, otoño e invierno. En hemisferio norte y el hemisferio sur se encuentran siempre en la estación contraria mutuamente. De tal forma que cuando es inverno en uno es verano en otro y lo mismo pasa con la primavera y el otoño.
De las 4 estaciones la primavera es considerada por muchos seres vivos como el principio de la época de mayor actividad. Las condiciones favorables que tiene la primavera hacen que muchos seres vivos, animales, plantas, hongos e incluso bacterias, aprovechen esta circunstancia para el cortejo, la reproducción y otras actividades sociales que permite el acceso fácil a los recursos y por lo tanto la mayor cantidad de horas “libres” al día.
La primavera es la estación que va desde el equinoccio de primavera que ocurre entre el 20 y el 21 de marzo y entre el 21 y el 23 de septiembre, en el hemisferio norte y en el hemisferio sur respectivamente). La temporada termina en el solsticio de verano alrededor del 21 de junio y el 21 de diciembre, en el hemisferio norte y en el hemisferio sur respectivamente.
Climáticamente la primavera está marcada por el aumento de las temperaturas respecto del invierno. Las precipitaciones que eran constantes se vuelven más erráticas en cuanto a su frecuencia y su capacidad, siendo frecuente las tormentas torrenciales.
Durante este periodo las plantas que han tenido las semillas en el suelo durante el invierno aprovechan el aumento de las horas de noche y el aumento de las temperaturas para germinar y empezar el ciclo vital de las plantas, que en muchas veces terminará en otoño en las plantas anuales. Por otra parte los árboles de hoja caduca aprovechan esta estación para generar la masa foliar y todas las plantas aprovechan para generar las flores y empezar la reproducción. Gracias a este aumento de la masa vegetal los herbívoros engordan y pueden dedicarse al apareamiento con la consecuente mejora de vida de los carnívoros que empiezan a reproducirse con cierto retraso respecto a los herbívoros, para darles tiempo a engordar.
Las variaciones de temperatura y precipitaciones u horas de luz de la primavera dependen de la cercanía geográfica a los polos. Los seres vivos de cada localización geográfica estarán adaptados a los cambios propios de su ambiente cercano Puedes leer como afecta la primavera a los animales en el artículo que le dedicamos aquí.