La evolución de los piojos desde aves a mamíferos
Los piojos son un clásico de las reuniones infantiles. Campamentos de verano, clases, visitas al campo, etc. Todos son buenos ejemplos de situaciones en las que los niños, y no tan niños, pueden coger piojos. Pero no es a causa de visitar la naturaleza cuando se cogen piojos. Estos parásitos, dependiendo de la especie, son exclusivos del ser humano y unas pocas especies más o hay otras de rango de hospedador más amplio. En cualquier caso será difícil encontrar a alguien que no haya tenido o conocido a alguien con piojos. Puedes leer más sobre los piojos aquí y sobre los ectoparásitos (parásitos externos) aquí.
Hoy vamos a hablar del origen evolutivo de los piojos. Para ello tenemos que remontarnos unos 90 millones de años. En aquel entonces ya existían los piojos, pero por lo que sabemos, eran exclusivos de aves. Esos piojos eran mordedores, no como los piojos chupadores de sangre que tenemos en la actualidad los humanos. Esos piojos antiguos comían carne muerta y plumas de aves y en ocasiones se convertían en la comida de las aves si mordían demasiado, así que todos en paz. Sin embargo, en algún momento esos piojos pasaron al ancestro evolutivo del elefante moderno. Ese paquidermo tenía más pelo y a los piojos les servía mejor para agarrarse que no en un elefante moderno.
Un estudio del genoma de las 33 especies actuales de piojos de mamíferos ha mostrado que todos proceden de un ancestro común y que posiblemente fuera el antepasado directo del piojo moderno de elefantes. Este árbol genealógico permite en parte ver cómo los piojos fueron saltando de especie en especie y adaptándose a cada una. Uno de los ejemplos más interesantes son los piojos de las focas. Estos parásitos se adaptaron a las focas cuando estas todavía vivían en tierra. Cuando empezaron a colonizar el mar no les quedó más remedio que seguirlas y se convirtieron en el único insecto de vida auténticamente marina. La mayoría de especies de piojos son capaces de infectar más de una especie, aunque algunas especies se han especializado como las ladillas. Este primerizo árbol genético propone hasta 15 saltos de hospedador con cambios evolutivos. De esta manera, los piojos y los hospedadores habrían ido evolucionando conjuntamente para llegar a su configuración actual.
En un nivel de complejidad superior, los piojos tienen en su sistema digestivo bacterias capaces de sintetizar vitamina B. La dieta hematófaga es pobre en esta vitamina y parece que el piojo se asoció a esta bacteria a raíz de empezar a alimentarse de sangre de mamíferos, hasta el punto que ahora mismo no podría vivir de su dieta sin ella. Este estudio publicado en Nature este julio de 2022, abre la puerta a la realización de más estudios sobre coevolución y adaptación de especies parásitas y simbiontes. Puesto que este simbionte de los piojos también está muy estrechamente relacionado con otras bacterias de los piojos de aves, pero su relación es mucho más reciente que la de los piojos de aves y mamíferos (90 millones de años). Esto abre una nueva incógnita sobre cómo han pasado estas bacterias de piojos de aves a piojos de mamíferos. Como siempre, cuando desciframos una parte de la historia aparecen nuevos misterios.