La evolución vista desde el desarrollo embrionario MUY temprano
Históricamente los animales se han clasificado dependiendo de su desarrollo embrionario. en función del número de capas celulares que forma el cigoto en los primeros estadios de su desarrollo. De esta forma se pueden diferenciar los animales diblásticos (con dos capas celulares) de los triblásticos (3 capas celulares), más evolucionados. Las capas se denominan de fuera adentro: ectodermo, mesodermo y endodermo y cada una dará lugar a unos tipos de tejido concretos.
Esta clasificación, si bien no tiene valor taxonómico, revela relaciones evolutivas muy tempranas (antes de la formación de los diferentes filos del Reino Animalia). Los animales diblásticos son los más antiguos y están presentes en el registro fósil y hasta nuestros días. Taxonómicamente forman los Filos Cnidarios (medusas, anemonas y corales) y Porifera (esponjas marinas). Se considera a los animales triblásticos un grupo monofilético, es decir, con un antecesor común único. A pesar de eso, es una característica tan primitiva que no se emplea para clasificar organismo. Los triblásticos son el resto de animales que no son diblásticos: equinodermos, nematodos, anélidos, moluscos, artrópodos, cordados, etc.
En el siglo XIX se pudo empezar a observar el desarrollo del cigoto, los pasos desde una única célula hasta la formación de varias capas celulares. En ese momento también se vio que los triblásticos se podían dividir a su vez dependiendo de cómo se comportaba el mesodermo, la capa de nueva aparición. El mesodermo puede formar una cavidad interior denominada celoma. En este espacio será donde se aposentarán los órganos del individuo, el aparato sexual, los nefridios, etc.
Los grupos más modernos y con más éxito evolutivo son los que presentan celoma. Dependiendo de cómo se comporta el mesodermo los triblásticos se clasifican en:
Acelomados: en ellos el mesodermo es una capa celular sin espacio interior. En este grupo se encuentran los gusanos platelmintos.
Pseudocelomados: a continuación encontramos aquellos animales que evolutivamente empezaron a crear una cavidad celomática. En estos animales la cavidad mesodérmica no se forma de la misma manera que en los celomados y su función separadora no es tan evidente. En este grupo se incluyen los nematodos y los rotíferos.
Celomados: finalmente el grupo que ha desarrollado una cavidad interna en el mesodermo, delimitada por el peritoneo, el epitelio mesodérmico. Este grupo está compuesto por el resto de grupos de animales, que son casi todos: anélidos, artrópodos, moluscos, vertebrados, etc. Se considera que ha sido gracias al celoma que estos grupos de animales han podido evolucionar y diversificarse consiguiendo gran éxito evolutivo. Esto es debido a que la compartimentación interna permitió la especialización progresiva de los órganos internos y la organización corporal. La formación de la segmentación presente en todos estos animales (los anillos de los anélidos o las vértebras de los vertebrados), fue posible gracias a la separación de las regiones del cuerpo. En los celomados más sencillos se puede observar la repetición de las estructuras reproductoras, bombeo del sistema sanguíneo y de depuración de la sangre en cada segmento. Mientras que en los celomados más desarrollados se va perdiendo la segmentación general para ganar en especialización de cada órgano, dentro de una cavidad.