Sucesión ecológica de los biomas
En el estudio ecológico del planeta Tierra se han establecido grandes franjas de tierra emergida o por debajo del nivel del mar con una climatología y biodiversidad similar, los biomas. Estas unidades ecológicas sirven para conocer a grandes rasgos las características de un ecosistema incluido dentro de estas regiones. Lee más sobre qué es un bioma y que es un ecosistema aquí y aquí respectivamente.
Las características planetarias han establecido una graduación climatológica desde los polos hasta el ecuador. No obstante, el hemisferio norte tiene mayor masa de tierra emergida. Es por esto que la mayoría de biomas terrestres se encuentran más representados en dicho hemisferio que en el hemisferio Sur. Aun así, en el hemisferio Sur, donde hay tierra emergida, encontramos el mismo bioma que en el hemisferio norte. Con una flora y fauna similar en sus adaptaciones al medio.
Partiendo desde los polos el primer bioma que encontramos es la tundra, situada en el límite de las tierras habitables, lee más sobre este bioma aquí. La característica principal de este bioma es la baja temperatura media anual, que mantiene el suelo congelado más de 8 meses al año y permite una baja diversidad biológica. Siguiendo hacia el ecuador encontramos las taigas, que aunque también permanecen congeladas una gran parte del año su clima no es tan severo y por lo tanto puede contener mayor diversidad de flora y fauna.
Tras éstas, descubriremos diversos biomas situados a las mismas latitudes, bosques templados, estepas y bosques montanos. Se diferencian en su proximidad a las costas, su altitud o su situación este-oeste respecto a los vientos marinos.
Es en estas latitudes, alrededor de los 45 grados, donde empiezan a aparecer los primeros árboles, en el límite entre la taiga y los bosques templados de coníferas, que se extenderán hacia el ecuador. Por el contrario, las estepas, de las que puedes leer más aquí (próximamente), no presentan árboles, pese a situarse a la misma latitud y en ocasiones más cercanas al ecuador. Esto se debe a que se caracterizan por su ubicación interior en el continente, lejos de las corrientes marinas y de las precipitaciones. Las estepas reciben muchos nombres locales, pampa, estepas o praderas son los más conocidos.
Continuando nuestro viaje al trópico encontramos el bioma llamado mediterráneo, aunque se encuentre en todos los continentes en el hemisferio norte, con características a caballo entre los bosques templados, los bosques tropicales y los desiertos ecuatoriales. A estas latitudes es donde empezamos a encontrar las tierras emergidas del hemisferio sur y por lo tanto encontramos pequeñas áreas clasificadas como bioma mediterráneo en Oceanía.
Estando ya en los trópicos, en el hemisferio Sur encontramos los frondosos y excepcionalmente diversos bosques tropicales. El máximo exponente de diversidad del planeta y una fuente de nuevas especies continua que no deja de maravillar tanto a zoólogos como a botánicos. Desde el trópico de capricornio, hasta el ecuador, en el hemisferio sur encontramos bosques tropicales secos, monzónicos y selvas tropicales, caracterizados por unas grandes precipitaciones anuales, concentradas en unos pocos meses y una gran temperatura y de horas de luz, que favorece su riqueza biológica.
Su contrapartida del hemisferio norte son contrariamente los desiertos africanos, azotados por fuertes corrientes cálidas y la sabana, comparada en diversidad a las estepas más al norte, pero con temperaturas mucho más elevadas.