Día internacional contra la desertización y la sequía
El día 17 de junio está declarado como el día internacional para la lucha contra la desertización y la sequía por la ONU. Este día que se lleva celebrando desde 1995 tiene como objetivo recordar a las naciones y a la población la necesidad de evitar la degradación del suelo y concienciar sobre el buen uso de los recursos hídricos que resultan cada vez más escasos. Este año 2020 el tema sobre el que girarán los actos será “Alimentos. Forrajes. Fibras”, dando a entender que todos estos recursos vegetales están íntimamente ligados a los recursos acuíferos de los que se nutre este tipo de industrias. Bajo el lema “Suelo sano= gente sana” se intenta concienciar a la humanidad de la relación entre el uso del suelo y la salud, tema controvertido por los últimos acontecimientos relacionados con la aparición de nuevas enfermedades que está relacionada con el uso de nuevas tierras de cultivo y el contacto con tierras inexploradas para encontrar nuevas tierras de cultivo.
La desertificación es el proceso que sufren las tierras cuando les falta el agua de forma sostenida durante un tiempo. Cuando se acaba el agua los vegetales se pierden y sin ellos el suelo pierde su cohesión y la masa de materia orgánica que lo cubre se degrada y se elimina. Tras esto la recuperación del suelo fértil es muy complicada y la vuelta de los ecosistemas necesita de grandes esfuerzos. En este aspecto uno de los procesos que causa desertización es la eliminación de bosques para implantar cultivos que acabarán con la materia orgánica rápidamente. Tras esto, se ha de volver a deforestar una zona para volver a conseguir tierras de cultivo fértiles.
Las zonas secas son las más afectadas por la desertización, los ecosistemas de zonas áridas o, semiáridas. Estos ecosistemas ascienden hasta un tercio de las tierras emergidas y normalmente no se encuentran en regiones especialmente productoras agrícolas debido a la propia degradación del suelo.
Los recursos agrícolas producen casi un tercio de las emisiones de gases invernaderos que están causando el cambio climático. La producción de fibras para la ropa y otros procesos es alrededor del 8% de las emisiones de gases. Por eso este 2020 se enfocará a intentar reducir la presión que estas industrias ejercen sobre el terreno.
El cambio climático produce un aumento de temperaturas que a su vez se traduce en una disminución de las lluvias que causa la misma desertización. De esta manera es un pez que se muerde la cola, puesto que la falta de lluvias aumenta las tierras destinadas a la agricultura que a su vez causa el aumento de los gases de efecto invernadero que causan el cambio climático.
La idea es cambiar las pautas de consumo y de producción para evitar seguir consumiendo terrenos y así evitar su eventual desertización. Para ello hay que planificar el uso del suelo y aplicar mejores tecnologías que reduzcan la cantidad de tierra necesaria para la producción de alimento y otros recursos vegetales.