La Vitamina C, ácido ascórbico
Popularmente se denominan vitaminas a los compuestos que el ser humano no puede sintetizar por sí mismo, son necesarios para el correcto funcionamiento del organismo y por lo tanto depende de la ingesta de estos compuestos en el alimento para obtener la cantidad necesaria para sobrevivir. Puedes leer más sobre las vitaminas en general en su propio artículo aquí. Cada especie animal cuenta con determinados compuestos necesarios que no puede sintetizar, esas son las vitaminas de cada especie. Todos los primates carecen de la enzima para sintetizar la vitamina C, debido a una mutación genética ocurrida hace 63 millones de años. Dicha enzima es denominada L-gluconolactona oxidasa, y al no contar con ella lo tienen que incorporar en su dieta, lo cual es fácil para animales arborícolas de clima tropical y subtropical, donde abundan las frutas que la contienen. De forma paralela las cobayas y algunos murciélagos tampoco cuentan con la enzima y también deben incorporar el componente en la dieta. El resto de los mamíferos son capaces de sintetizar la vitamina C en el hígado a partir de glucosa. La vitamina C se encuentra o sintetiza en todos los organismos, incluso los unicelulares pues cumple múltiples funciones en la célula.
La vitamina C químicamente es la forma L del ácido ascórbico, cuya fórmula es C6H8O6. El ácido ascórbico es un ácido orgánico presente en cantidad de frutas y verduras. Su ingesta diaria recomendada varía dependiendo del organismo consultado. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda 45 mg diarios. Tradicionalmente los cítricos son la fuente de vitamina C más conocida. Sin embargo, las naranjas cuentan con unos 50 mg de vitamina por 100 gramos de fruta, los limones 40 mg por 100 g de fruta y las mandarinas 30mg/100g. Los melones, la coliflor o la piña contienen también 40 mg por 100 g de fruta. Por encima de ese valor encontramos los kiwis o la uva con 90mg/100g de fruta; el pimiento rojo o chile cuenta con 190 mg/100 g de fruta o la guayaba con 300 mg. La fruta que contiene más vitamina C es la ciruela kakadu de Australia con 3100 mg por 100 g de fruta. En la actualidad la vitamina C para uso médico se obtiene de cultivos transgénicos de microorganismos.
Ya hemos dicho que la vitamina C es esencial para la vida. La molécula cumple funciones diversas en los organismos. En mamíferos el ácido ascórbico es un antioxidante soluble en agua que ayuda a disminuir el estrés oxidativo, además es el cofactor que dona los electrones hasta para 8 enzimas diferentes. Tres de estas enzimas están relacionadas con la ruta de formación de colágeno, esencial para la formación de cartílago, vasos sanguíneos o cicatrización de heridas (previene el envejecimiento). Otras dos enzimas se relacionan con el transporte de ácidos grasos a la mitocondria para la obtención de ATP, las enzimas intervienen en la formación de la carnitina, una de las proteínas de transporte. Los diferentes tejidos acumulan concentraciones distintivas de vitamina C, siendo la hipófisis o la retina de las que más contienen, hasta 100 veces más que el plasma sanguíneo.
Además de sus funciones ya mencionadas, la vitamina C también tiene un papel importante en el sistema inmunológico. Ayuda a estimular la producción y función de los leucocitos, células que combaten las infecciones. También es vital para la producción de anticuerpos y complementos, proteínas que ayudan a los anticuerpos a eliminar las bacterias y virus. La vitamina C también puede ayudar a reducir la duración y severidad de los resfriados.
El ácido ascórbico también juega un papel en la absorción de hierro, un mineral necesario para la producción de hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno en la sangre. Al consumir alimentos ricos en vitamina C junto con alimentos ricos en hierro, se puede mejorar la absorción de este último.
La deficiencia de vitamina C puede llevar a una enfermedad conocida como escorbuto, que se caracteriza por anemia, sangrado de las encías, debilidad y fatiga. Aunque es raro en los países desarrollados, el escorbuto puede ocurrir en personas con dietas muy pobres, alcohólicos y ancianos que no tienen una dieta adecuada.
Es importante tener en cuenta que el cuerpo humano no puede almacenar vitamina C, por lo que es necesario consumirla regularmente para mantener los niveles adecuados. Sin embargo, el consumo excesivo de vitamina C puede causar diarrea, náuseas y cólicos estomacales. La mayoría de las personas pueden obtener suficiente vitamina C a través de una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras. En algunos casos, el médico puede recomendar suplementos de vitamina C.