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Ácido hialurónico

Publicado por Ramón Contreras

El ácido hialurónico es uno de los compuestos que la industria farmacéutica ha incluido cada vez más es sus productos de belleza. Aunque se conocía desde el primer tercio del siglo XX su uso cosmético no fue el primero que se le otorgó. Fue extraído por primera vez del ojo de vaca y durante todo el siglo será la cresta de gallo el material que dará la mejor eficacia de extracción del ácido hialurónico. El primer uso que tuvo este compuesto químico fue muy diferente al de rellenar las arrugas como pasa en la actualidad. A mediados del siglo XX (1942) se empleaba como sustituto de la clara de huevo para la repostería. Su viscosidad y maleabilidad, debido a la cantidad de agua que puede retener, le confieren cualidades aglutinantes similares a las de las proteínas de clara de huevo por lo que era muy idóneo para sustituirla en la incipiente pastelería industrial.

Esta molécula está muy extendida por los seres vivos, la encontramos tanto en bacterias, como en todos los reinos pluricelulares. En el ser humano el ácido hialurónico es muy abundante en la piel, motivo por el que se emplea para tratarla. Pero también lo encontramos en el humor vítreo, donde ya sabíamos que se encontraba en las vacas, y además también hay cantidades sustanciales en el tejido intercelular del pulmón, cordón umbilical, aorta, válvulas cardíacas o en los cuerpos cavernosos del pene. Aunque estos órganos cuentan con gran cantidad el promedio del cuerpo es muy bajo, alrededor del 0,0002%. por su eso no fuera suficiente cada día se suele degradar y sintetizar de nuevo en las células mesenquimales propias de tejido en desarrollo o con pocas células.

Químicamente es un polisacárido que se forma por la repetición encadenada de hasta 50 mil disacáridos de un grupo formado por dos azúcares: ácido D-glucurónico y N-acetil-D-glucosamina, dos moléculas de 6 y 8 carbonos cada una. Entre ellos forman un enlace del tipo beta mediante un grupo -O- que comparten entre sus carbonos 1 y 3 respectivamente. Su estructura cuenta con gran cantidad de grupos -OH que son capaces de retener el agua, propiedad que será fundamental para su uso farmacológico como hidratante. Su fórmula química es (C14H21NO11)n. Estas cadenas de gran tamaño adquieren una conformación en espiral, que ayuda a retener el agua. A su vez, cuando se encuentra completamente hidratada se estira puesto que los grupos -OH, que tienen cargas negativas, ya no interaccionan entre ellos.

Estas propiedades lo hace perfecto para rellenar huecos, como las arrugas, pero también en tejidos con mucho rozamiento como el tobillo (de hecho, se emplea para ayudar a la recuperación del esguinces de tobillo en atletas) donde formaría una cicatriz rápida que se iría rellenando con el tejido (colágeno) adecuado poco a poco. Además, el ácido hialurónico parece que estimula la síntesis de colágeno y por ello ayuda a la recuperación. De forma similar se puede inyectar en problemas de articulaciones para usarlo como amortiguador rellenando el tejido perdido por el uso.

En la actualidad se puede sintetizar en el laboratorio y se están desarrollando moléculas de tamaños determinados para usos más específicos.