Las Costillas en el Cuerpo Humano
En anatomía humana, se denominan costillas a doce pares de huesos, de forma alargada, que se articulan en su zona posterior con las vértebras de la columna vertebral y en su parte anterior, articulan mediante un cartílago, con el esternón (excepto las costillas falsas). Las costillas se ubican a transversales en el tórax, y su principal función es proteger los pulmones.
Se les llama costillas verdaderas a los primeros ocho pares, que son los que articulan con el esternón mediante un cartílago. Los pares 9 y 10 también tienen un cartílago en su extremo anterior, pero éste no articula con el esternón, sino que lo hace con el cartílago costal de costilla inmediata superior. Los extremos anteriores de los últimos dos pares se insertan directamente en la musculatura de la pared abdominal.
Dentro del grupo de las costillas verdaderas podríamos distinguir dos grupos: las costillas típicas y las atípicas. Son costillas típicas las que forman los pares del tercero al noveno (éste último par es costilla falsa) El primer par de costillas se considera atípico porque estas costillas son más cortas, más anchas y con mayor curvatura que las demás. Además, la posición de estas costillas también difiere de las otras, ya que se encuentran en posición horizontal. Sus bordes se posicionan interna y externamente y tienen una cara superior y otra inferior. El segundo par de costillas es similar al primero, pero más largo.
Dicho en pocas palabras, las costillas verdaderas son los primeros ocho pares, y las falsas los pares del nueve al doce. Son típicas las costillas del tercer par al noveno, y se consideran atípicas los pares primero, segundo, décimo, undécimo y duodécimo.
Las costillas verdaderas, típicas, tienen en su parte anterior, un ensanchamiento, llamado cabeza, que articula con la zona lateral de dos vértebras de la columna. Cerca de la cabeza, se encuentra una protuberancia llamada tubérculo, que articula con la apófisis transversa de la vértebra correspondiente.
La cabeza de cada costilla típica, articula con una depresión (llamada semifosita) en la pared lateral de dos vértebras. La cresta de la cabeza costal también articula con el disco intervertebral, uniéndose a éste por un ligamento que se encuentra dentro de la propia articulación. Cada una de estas articulaciones está protegida por una cápsula articular.
El tubérculo de las costillas típicas articula con una fosita ubicada en la apófisis transversa de la vértebra que corresponda. Existen varios ligamentos que refuerzan esta articulación. Uno se posiciona lateralmente, desde el tubérculo hacia el extremo de la apófisis. Otro ligamento une la cresta del cuello costal con la apófisis transversa de la vértebra siguiente superior. Queda un espacio entre éste ligamento y la columna vertebral, donde pasan nervios y arterias.
Las costillas verdaderas articulan mediante un cartílago hialino, con el esternón.
En las personas que sufren traumatismos a nivel de tórax, existe un riesgo de sufrir fractura de una o más costillas. Es un cuadro que puede revestir gravedad, porque algunas veces el extremo fracturado de la costilla puede perforar la serosa pleural, causando neumotórax, hemotórax, y serios daños en el tejido de los pulmones.