Los autillos, los parientes que se mezclan con los búhos y las lechuzas
Los autillos son rapaces nocturnas muy parecidas a los búhos y a las lechuzas. Junto con ellos esta especie formará parte de las Strigidae y compartirá muchas cosas en común con los grupos mencionados. De hecho, un ojo inexperto podría confundirlos con búhos pequeños, en el caso de que los llegase a avistar. Son aves muy silenciosas y normalmente pasan el día escondidas saliendo principalmente de noche.
Filogenia e historia evolutiva: Los autillos se conocen filogenéticamente como el género Otus, de los cuales la especie Otus scops es la más conocida y común en europa. Sin embargo el género cuenta con algo más de 50 especies vivas y alguna extinta. Tienen una relación genética muy estrecha con los otros miembros de la Familia de los estrígidos, Strigidae, los ya mencionados búhos y lechuzas. Todas ellas formarán el Orden Strigiformes dentro de la Clase Aves, del Filo Chordata. Las diferentes especies de autillos se suelen diferenciar con el gentilicio de su región como el autillo de Sokoke (O. ireneae, propio de la región de Kenia y Tanzania de bosques lluviosos que también dará nombre al gato sokoke), o el autillo de Sangihe(O. collari), de la isla de Sangihe de Indonesia. Las diferencias entre búhos y autillos son exteriores y no filogenéticas estrictas. De hecho, Otus gurneyi, se le conoce como búho de Mindao y no como autillo, debido precisamente a sus características morfológicas.
Descripción física: Los autillos son de talla mediana y pequeña. Los hay desde los 20 a los 40 centímetros de longitud, por lo que podrían diferenciarse bien de sus primos tan solo por el tamaño. La forma más eficiente de distinguir a un autillo de un búho o una lechuza es por el canto, que suena muchas veces lastimero, aunque a otros le recuerda al silbato de un barco o submarino. Tienen el rostro plano y redondeado (mientras que las lechuzas por ejemplo lo tienen en forma de corazón), para diferenciarlos de los búhos hay que recordar que estos últimos tienen plumas que sobresalen en lo que nos recuerda a unas cejas. Pero las características que los asemejan son muchas. Los grandes ojos frontales, el pico en gancho y menudo o las patas con garras para agarrar a sus presas. Los autillos tienen unos ámbitos nocturnos más estrictos. Los autillos tienen todas las plumas de colores crípticos, incluso las del pecho que suelen ser más claras en búhos. Al ser tan pequeño consume presas de tamaño proporcional, muchas veces insectos o vertebrados muy pequeños tanto al acecho como en vuelo.
Distribución y hábitat: Los autillos están distribuidos desde África hasta Japón y desde Rusia hasta Kenia. Las islas de Indonesia son parte del área de una especie concreta pero otras especies migran recorriendo miles de kilómetros desde el centro de Europa hasta la parte ecuatorial de África (atravesando el desierto del Sáhara) para pasar el invierno, pero sin llegar a los bosques tropicales. Para sus nidos requieren huecos en zonas elevadas, por eso son más frecuentes en bosques que en zonas de pradera, pero pueden recorrer varios kilómetros de territorio en busca de presas.
Interacción con el ser humano: Muchas de las especies de autillos se encuentran en peligro de extinción. La mayoría como casi amenazado. La principal causa de ello es la pérdida de sus hábitats naturales, los bosques tanto europeos como asiáticos en los que anida son talados para dar paso a campos de cultivo. El autillo necesita los bosques espesos para ocultarse, sin ellos será dificil encontrarlo en una zona. Dependiendo del área de distribución de cada especie cambiará su estado de conservación. A mayor área de distribución estará menos amenazado puesto que habrá perdido menos bosque donde vivir. Las especies más endémicas y restringidas serán, como siempre, las más vulnerables a estas situaciones.