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Las rémoras, los peces que tienen una ventosa en la cabeza

Publicado por Ramón Contreras

Las rémoras son unos animales marinos del grupo de los peces que entraña un debate filosófico, ¿son unos peces muy vagos o muy listos? Su característica fundamental es la presencia de una ventosa en su cabeza que les permite unirse a casi cualquier superficie. Gracias a ello, no necesita nadar para desplazarse, trabajo que deja a otros animales a los que se pega. Existen muchos animales que han evolucionado para tener ventosas y agarrarse a diferentes superficies, lee más sobre este tipo de adaptaciones en nuestro artículo aquí.

Filogenia e historia evolutiva: Existen 5 especies de rémoras dispersas por los océanos, todas ellas forman el género Remora, del que su especie más conocida es la rémora común o tiburonera, cuyo nombre científico es Remora remora. El género se clasifica dentro de la Familia taxonómica Echeneidae un grupo formado por 4 géneros, todos ellos con aletas modificadas en su cabeza para poderse pegar a otros animales. En ocasiones estas 8 especies se denominan vulgarmente como rémoras. El taxón forma parte del Orden de los Perciformes, el grupo más diverso de peces y de vertebrados del mundo. Se recogen todos en la Clase Actinopterygii, cuya característica fundamental es poseer un esqueleto óseo. La Superclase Gnathostomata, a la que pertenecen, se corresponde con los peces mandibulados. Finalmente forman parte del Subfilo Vertebrata los vertebrados, dentro del Filo Chordata, los cordados, del Reino Animalia.

Descripción física: Estos peces se caracterizan por unos cuerpos largos y aplanados. Dependiendo de la especie su longitud varia entre los 20 cm y el metro. La aleta anal no tiene hueso, al igual que la aleta caudal, que está muy modificada. Sobre sus cabezas la aleta dorsal ha evolucionado hasta convertirse en un disco de succión. Esta característica las hace inconfundibles con otros peces. Su alimentación se basa en parásitos y pequeños trozos de carroña que comen de los animales a los que se unen. Se les ha visto cazar algunos peces de pequeño tamaño,así como comer larvas pelágicas de otros peces y crustáceos. Se asocian a animales de gran tamaño, normalmente tiburones, pero también se les ha visto pegados a tortugas o ballenas, e incluso barcos. Con éstas es frecuente ver rémoras balleneras (Remora australis). Las rémoras blancas (Remora albescens) se suelen unir a mantas rayas, tiburones y merlines, aunque con estos últimos suelen asociarse más las rémoras robustaso merlineras (Remora brachyptera).

Distribución y hábitat: Las rémoras se encuentran asociadas a estos animales, por lo que se encuentran en los mismos hábitats que ellos. Tanto en el Atlántico, como en el Pacífico y el Índico, encontramos rémoras en los primeros cien metros de agua templadas -tropicales y subtropicales-, donde viven sus hospedadores. Además como ellos, son frecuentes en bancos de coral y arrecifes, lugares de caza habituales de los tiburones. Tan solo a los ejemplares adultos y más grandes se les ha visto sin estar unidos a hospedadores, aunque en zonas donde podrían encontrar uno nuevo.

Interacción con el ser humano: La rémora común, la más estudiada, está clasificada por la UICN en un estado de conservación como preocupación menor, el más bajo de todos y sin peligro. Todas las especies son comestibles y frecuentes en zonas de pesca cercanas a arrecifes.