Las liebres
Comúnmente se denomina liebre a cualquiera de las 30 especies que forman el género Lepus.
Filogenia e historia evolutiva: La liegre o género Lepus, pertenece al Orden Lagomorpha (que significa en griego “con forma de liebre”) y a la Familia Leporidae, como también corresponde a esta familia el género Oryctolagus, los conejos, endémico de la península ibérica e invasor en el resto de Europa y Australia. El Orden Lagomorpha pertenece a la clase Mammalia, Infraclase Placentaria. La liebre originaria de Eurásia se extendió por todos los continentes antes de la disgregación de Gondwana.
Descripción: las liebres son un mamífero de silueta estilizada de pelo corto unas potentes piernas traseras que pueden realizar una carrera veloz y prolongada, con inesperados cambios de sentido y vueltas con las que espera despistar a su perseguidor. Sus características orejas largas con un tamaño mayor en los climas calurosos, puesto que le ayudan a mantener la temperatura corporal baja, enfriando la sangre a su paso por ellas. Su sentido del oído es muy fino y gracias a el percibe la aproximación de sus depredadores. No existe un dimorfismo sexual aparente entre ambos sexos. Miden alrededor de medio metro más unos 10 cm de orejas, el peso de un adulto ronda los 2 kilos, sin llegar nunca hasta los 3 kilos.
Distribución: Las 30 especies de liebres están repartidas en todos los continentes, exceptuando la Antártida, aunque Lepus ártica, la liebre ártica se encuentra en Groenlandia y en regiones europeas cercana a los polos. En Australia fueron introducidas por el hombre causando serios problemas en el ecosistema.
Hábitat: todas las especies de liebre acostumbran a vivir en zonas de hierba baja y matorrales, sitios perfectos para detectar a los depredadores y lanzarse a la carrera.
Costumbres: las liebres se caracterizan por la precocidad de sus crías que pueden correr y valerse por si mismas desde el primer día. Además las hembras pueden tener más de 4 camadas al año, con unas 4 a 8 crías cada vez. Las liebres son solitarias, solo se juntan para aparearse o pelearse por las hembras. Una vez emparejados por ese año la pareja cava una madriguera de cómo mínimo un metro de profundidad que usarán durante la época de cría. Las madrigueras son abandonadas cuando las crías dejan de acompañar a la madre.
Interacción con el ser humano: la liebre ha sido desde el principio de los tiempos una presa habitual del hombre, siendo muy apreciada en gastronomía. A causa de su interés cinegético y su rápida adaptación a nuevos ambientes fue introducida en Australia y Suramérica
Estado de conservación: en general las liebres no están en peligro a pesar de ser una presa habitual del ser humano. Como mucho algunas especies como Lepus timidus, la liebre de montaña que vive en el norte de Europa del este y Asia presentan una preocupación menor (según la clasificación UICN) o casi amenazada como Lepus insularis, de la península de california y Méjico, debido a la pérdida de su hábitat. La liebre es una especie invasora que está acabando con el ecosistema en varias zonas donde el ser humano ha introducido sobretodo la especie europea (Lepus europea), como el desastre provocado en Australia, donde se convirtieron en una plaga. En la península ibérica coexisten tres especies la europea, la ibérica (Lepus granatensis) que ocupa el resto de la península y la liebre de piornal (Lepus castroviejoi) que está catalogada como vulnerable y tiene un área de distribución muy pequeña en las cordilleras del noreste español de donde es endémica.