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La reproducción de los pulpos

Publicado por Ramón Contreras

El pulpo es un cefalópodo, del que puedes saber más leyendo nuestro artículo aquí . Los pulpos son unos animales extraordinarios en cuanto a camuflaje, inteligencia o vista. En este artículo veremos como es la vida de un pulpo y su reproducción.

La vida media que puede llegar a vivir un pulpo es corta en comparación con otros seres vivos. Aunque varía entre especies. Algunas especies realizan todo su ciclo vital en tan solo 6 meses y otros sin embargo pueden vivir varios años. Al nacer los pequeños pulpos que han salido de los huevos miden unos 3 milímetros de tamaño. Su morfología es idéntica a la de un adulto, salvo por el tamaño. Incluso en las especies que tienen una vida más larga la madurez sexual se alcanza relativamente pronto, antes del primer año, en los más longevos. Al no tener esqueleto interno los pulpos pueden crecer de forma continuada durante toda su vida, cosa que no ocurre en otros invertebrados, como los insectos o los crustáceos. Los pulpos adornan sus cuevas y territorios con restos vistosos de los moluscos de los que se alimentan o piedras que le parecen interesantes. Este comportamiento, el querer rodearse de cosas sin más valor que el estético deja entrever algo de la inteligencia que poseen, de la que puedes leer más aquí .

A continuación hablemos sobre la particular reproducción de los pulpos. Al comenzar el inverno los pulpos de ambos sexos se alejan de sus territorios veraniegos, y se desplazan a la costa en busca de pareja.

Los machos de pulpo muchas veces se ven enzarzados en luchas con otros machos para conseguir los favores de una hembra. Estas luchas es frecuente que acaben con la muerte de uno de los combatientes. Cuando el macho encuentra a una hembra la corteja con cambios de color y produciendo iridiscencias para atraerla. Si triunfa en su intento de aparearse el macho utiliza su hectocólito, su tercer brazo que tiene una función específica durante el apareamiento. Con el hectocólito primero el macho acaricia a la hembra y posteriormente lo introduce en la cloaca de la hembra junto con sus espermatóforos, sacos de espermatozoides. Es frecuente que el hectocólito, se desprenda del macho y permanezca dentro de la hembra durante toda la fecundación. El macho desarrollará un nuevo hectocólito para la nueva temporada de apareamiento.

El hectocótilo está modificado para introducir el espermatóoro en la hembra.

El hectocótilo está modificado para introducir el espermatóoro en la hembra.

Tras el apareamiento la hembra colgará entre cien mil y medio millón de huevos, dependiendo de la especie, de un tamaño entre 3 y 4 mm. La hembra los colgará en su cueva formando racimos. Las hembras protegen con fiereza sus cuevas mientras tienen los huevos en ella. Además las hembras se encargan de mantener la cueva bien oxigenada durante toda la maduración de los embriones para que su descendencia se desarrolle correctamente.

Tras un mes, al eclosionar los pulpitos nadan libres y la madre, que no ha probado bocado durante todo el mes es frecuente que muera. Los pulpos al nacer tienen la misma forma que el adulto, pero de muy reducido tamaño, algunos milímetros. Aunque se desarrollan sexualmente muy deprisa.