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La inteligencia del pulpo

Publicado por Ramón Contreras

Los pulpos son los invertebrados más inteligentes del planeta, a pesar de que su cerebro principal no es mucho mayor que una nuez. Se considera que la inteligencia de un pulpo es cercana a la de un perro o un gato. En ese caso ¿es que el tamaño no importa?

El pulpo es un animal de pequeño tamaño, por lo que en relación a su cuerpo su tamaño tiene un buen tamaño, y por eso el elefante a pesar de tener un cerebro mayor que el de humanos no es más inteligente. El porcentaje entre peso del cerebro y peso corporal se denomina cefalización.

Veamos ahora la fisiología de este extraño animal para intentar comprender mejor su inteligencia. El cerebro de un pulpo, como el de cualquier invertebrado, tiene una organización anatómica más simple que el de un vertebrado. Sin embargo estudios recientes revelaron que a pesar de su simplicidad estructural y poca cantidad de neuronas (solo 130 millones comparadas con los 11.500 millones de humanos) las sinapsis entre sus neuronas eran tan numerosas como la de los vertebrados. Más importante aún, la actividad neuronal, la corriente de electricidad que pasa de una neurona a otra por las sinapsis, es comparable a la de vertebrados.

Anatómicamente tan solo 2/3 del sistema nervioso, altamente desarrollado con el que cuentan, está en la cabeza. El tercio restante se encuentra en la base de cada uno de los ocho brazos que tiene este cefalópodo y un ganglio para controlar cada ventosa. El cerebro principal está formado por unos 60 lóbulos y con un número de neuronas similar al de un ratón. Cada cerebro secundario se encarga del control de un brazo y el primario “simplemente” se encarga de coordinarlos y realizar otras funciones, mantenimiento de sus tres corazones o activar el camuflaje de su cuerpo, imitando la forma, el color e incluso la manera de moverse de peces venenosos, serpientes marinas o estrellas de mar. El hecho de que sean capaces de copiar el aspecto de animales que reconocen como peligrosos, nos muestra que son capaces de aprender observando, aprenden a no poner los dedos en el enchufe viendo a otro electrocutándose.

Es destacable que a pesar de ser una especie con una remarcable inteligencia no hay aprendizaje de sus progenitores ni de otros miembros de la especie, puesto que son animales solitarios. Los estudios demuestran que los pulpos son capaces de aprender y memorizar (habilidad destinada a unas pocas especies de todo el planeta). Por lo tanto todo lo que aprende un pulpo es fruto de su habilidad innata para aprender y sus propias vivencias. Este instinto de supervivencia hace que los pulpos parezcan tímidos y difíciles de ver. ¿Hasta donde llegarían los pulpos si pudiesen acumular los conocimientos aprendidos por sus mayores?

Un pulpo mimo (Thaumoctopus mimicus) imitando una raya para que lo dejen tranquilo.

Un pulpo mimo (Thaumoctopus mimicus) imitando una raya para que lo dejen tranquilo.

Un estudio realizado por el Dr. Hochner en Israel revela que la memoria a corto y largo plazo del pulpo funciona de forma similar a la de humanos. Cada una localizada en zonas separadas del cerebro pero en el pulpo funcionan de forma paralela con una gran comunicación entre ellas, lo que permite el aprendizaje tardío, aquel que se desarrolla durante la vida adulta del ser vivo, que en el pulpo es la gran mayoría de su vida.

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