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El águila calva americana

Publicado por Ramón Contreras

El águila calva americana es tal vez uno de los iconos más usados en todo los estados unidos de América. Este icono del país no solo es el animal nacional y aparece en su escudo sino que hay cientos de miles de imágenes de este pájaro en todo tipo de reproducciones del país anglosajón, encarnando en él todas las virtudes que se quiere atribuir el propio país. Curiosamente a finales del siglo XX la especie estaba en grave peligro de desaparecer y fueron las campañas de concienciación y mediáticas que permitieron una moderada recuperación de la especie al mismo tiempo que se propagaba el amor por el ave en todo el país. Este es, en este aspecto, un claro ejemplo de la importancia de las campañas de información de la ciudadanía para conservar una especie, y tras ella, todo el ecosistema necesario para mantenerla.

Filogenia e historia evolutiva: Las águilas calvas son la especie H. leucocephalus (en latín cabeza blanca) dentro del género Haliaeetus de la subfamilia taxonómica Buteoninae de la familia Accipitridae, dentro del Orden Accipitriformes de la Clase Aves perteneciente al Filo Chordata. Esta especie es la única de su género que se encuentra en América del Norte, y su evolución se remonta a millones de años atrás, cuando se separó de sus parientes más cercanos, las águilas pescadoras y las águilas marinas.

Descripción física: El aspecto externo de esta águila es muy característico. El plumaje completamente blanco de la cabeza, el cuello y la cola destaca sobre las plumas marrones del resto del cuerpo. Este plumaje, indicativo de la entrada en la edad adulta de machos y hembras, se obtiene sobre los tres años, antes de eso su plumaje es completamente marrón o pardo. Dependiendo de la subespecie el tamaño y el peso de los adultos varía, desde el metro ochenta de envergadura y algo más de 2,25 Kg. en el sur hasta los dos metros y medio de envergadura y algo más de 7 kilos. Su alimentación es básicamente marina, aunque puede comer carroña y otros desperdicios de forma ocasional. Cazan desde el aire cogiendo a su presa con las garras y después las destripan con su potente pico. Tras un cortejo en el que intervienen ambos, el emparejamiento de estas aves es para toda la vida y solo acabará cuando uno de los dos desaparezca o ya no pueda reproducirse. En sus grandes nidos (de varios metros de de diámetro) las puestas normalmente de dos huevos de color blanquecino sin manchas. Tras algo más de un mes ambos progenitores se ocuparán de la alimentación.

Distribución y hábitat: El águila americana se distribuye por todo el norte de América, desde el norte de Méjico hasta Alaska y Canadá, aunque no llega a ocupar todo el territorio de este país, también se encuentra en Puerto Rico (aunque se han avistado en Europa donde no anidan). Las 2 subespecies se separan tradicionalmente por la latitud 38 grados. Siempre anidan cerca de masas de agua, debido a su alimentación, así que son comunes en los pantanos y tramos de ríos tranquilos donde pescan. Los individuos del norte suelen ser migrantes norte-sur, mientras que más cerca del ecuador permanecen todo el año. En invierno, las águilas calvas pueden formar congregaciones de cientos de individuos en áreas con abundante alimento.

Interacción con el ser humano: Muchas tribus americanas tenían al águila calva como parte de su imaginería religiosa y empleaban sus plumas y huesos en rituales diversos. En la actualidad solo una tribu americana tiene permiso para cazarla para sus rituales religiosos. Además, el águila calva ha sido objeto de numerosos programas de reintroducción y conservación, que han permitido que su población se recupere de los bajos niveles que alcanzó en el siglo XX debido a la caza, la pérdida de hábitat y el uso de pesticidas como el DDT. Estos esfuerzos de conservación han sido tan exitosos que la especie fue retirada de la lista de especies en peligro de extinción de los Estados Unidos en 2007.