Dónde viven las focas: área de distribución y hábitat

Es frecuente la idea de que las focas son animales exclusivos de las regiones circunpolares. En realidad son habitantes de todos los océanos del mundo, con excepción del Índico. Este grupo de mamíferos retornó al agua hace unos 15 millones de años según el registro fósil actual. Las focas, o fócidos son un grupo reducido de especies, cuenta solo con 33 especies reconocidas, algunas subespecies y otras pocas especies extintas. Dentro de este grupo englobamos tanto a los leones marinos como a los elefantes marinos. Su vuelta al mar ha hecho que su morfología difiera mucho de la clásica de un vertebrado o de un mamífero. Sus parientes más cercanos fuera del agua son los úrsidos, los osos, y los mustélidos, ambos grupos se relacionan mucho con el agua. Las nutrias o los osos polares son los dos ejemplos más claros. Puedes leer más sobre la historia evolutiva de las focas en su propio artículo aquí.

Vivir en el agua da cierta ventaja respecto a la distribución de un grupo de seres vivos. Las posibilidades de viajar libremente por el 70% de la superficie del planeta hace que la dispersión sea muy sencilla. Aunque estén muy asociados con el mar la verdad es que necesitan tierra firme para criar. Pueden pasar mucho tiempo en el agua pero siempre regresan a tierra (oa placas de hielo) para descansar. Al no respirar agua (son mamíferos) pueden entrar en aguas dulces, aunque salvo una especie que es de agua dulce la mayoría solo entra en desembocaduras de ríos para cazar ocasionalmente o para llegar a las playas. Esta característica dulceacuícola es común en las focas del hemisferio norte, pero no entre las del sur.

Mientras que las focas del hemisferio Norte están muy extendidas, las del sur se encuentran casi en su totalidad en la Antártida y en las islas circundantes. Se cree que la especie se formó en el Atlántico y que de ahí se diversificó. En el hemisferio Norte se encuentran en muchas más localizaciones. En contra de lo que se cree las especies de foca no son migradoras. Es verdad que son capaces de nadar grandes distancias, pero viven en áreas concretas entorno a islas o costas que les son familiares. Uno de los problemas para la conservación de las focas es precisamente esto. Cuando salen a sus playas son muy vulnerables a los ataques humanos, que en muchas ocasiones ha acabado con poblaciones enteras de estos animales. Rara vez donde había una población arrasada han vuelto individuos de otras poblaciones a vivir. Esto es porque tienden a quedarse en su área de distribución y pocas veces se aventuran a regiones desconocidas. Una excepción a esto son las focas que viven sobre el hielo. La pérdida de su hábitat natural por el calentamiento global les está llevando a explorar nuevas regiones en las costas de los continentes de más abajo.

Aunque normalmente se asocian las focas con los climas fríos y extremos, donde tienen la mayoría de sus poblaciones, existen excepciones. Hay especies que viven en las cálidas aguas del mediterráneo o del Caribe. Aunque su distribución era bastante extendida en el pasado en la actualidad estas especies han desaparecido a causa de la caza o están en gran peligro de extinción.