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Comportamiento y hábitat de los murciélagos

Publicado por Ramón Contreras

Los murciélagos (quirópteros del orden taxonómico Quiroptera) son uno de los animales que al ojo humano más raros evolutivamente hablando que podamos encontrar. Este grupo de mamíferos cuenta con unas 1100 especies, lo que supone que representan el 20% de todos los mamíferos vivos, el segundo grupo en número tras los roedores. Dentro del grupo de los mamíferos son de los pocos miembros que han evolucionado para alcanzar un dominio del aire y entre ellos son sin duda los más exitosos. Además, son animales nocturnos, rasgo que desde la extinción de los dinosaurios los mamíferos han intentado perder repetidamente. Su modo de cazar, a base de emitir gritos ultrasónicos y localizar a sus presas por el eco que devuelven es una de esas maravillas que produce la naturaleza para la fascinación humana. Finalmente si se pudiera elegir un rasgo realmente extraño de ellos (como si ser un mamífero volador no fuera suficiente) está su costumbre de dormir bocabajo agarrándose con los pies a los techos de cuevas o de ramas para pender ingrávidos en el vacío durante sus horas de sueño o durante su letargo anual. Nótese que no he mencionado que se alimenten de sangre, puesto que en realidad solo un pequeño grupo de ellos lo hace, mordiendo los cuartos de los grandes rumiantes y lamiendo las heridas. La mayoría prefieren comer frutas e insectos que cazan al vuelo durante el amanecer y el atardecer.

Los murciélagos son uno de esos animales que ha sabido adaptarse perfectamente a la presencia humana, lo que se denomina un antropófilo. La mayoría de especies de murciélagos se han adaptado estupendamente a la coexistencia con el hombre. Por un lado las estructuras humanas urbanas crean cantidad de recovecos y pequeñas cuevas artificiales que gustan muchísimo a estos animales. Para dormir los viejos edificios o incluso debajo de las tejas de una casa pueden llenarse de ellos. Además, la luz artificial de todos los sistema de alumbrado atraen en gran medida a los insectos voladores, principal fuente de alimentación de los murciélagos. Como se ve, este animal de por sí curioso ha sabido más que adaptarse a la presencia humana.

Es un animal territorial en cuanto que tienen su parte del dormidero asignada a cada individuo, pero en general entra y sale de las cuevas en grandes bandadas en la que pueden llegar a habitar en colonias numerosísimas. A pesar de poder desplazarse volando los murciélagos no realizan grandes migraciones como las aves. Suelen tener un dormidero de verano y otro de invierno, que pueden estar lejos, pero a unos 50 km. Algunas especies pueden recorrer más distancia llegándose a anotar unos 330 km en poblaciones alemanas. Por otro lado, pocas veces se ha visto a varias especies de murciélagos compartiendo el dormidero. Aunque sí tolera la presencia de otros animales, no suele verse acompañado por ellos.

Depende del clima algunas especies cambian de dormideros entre el verano y el invierno. Los de verano suelen ser cálidos, mientras que los invernales suelen ser los más protegidos para pasar grandes temporadas sin apenas salir de ellos. Algunas especies de murciélagos tienen dormideros mixtos, mientras que en otras especies durante la época de cría los machos son solitarioso formar bandas de machos y las colonias están formadas exclusivamente por las hembras y sus crías, aunque esta separación puede hacerse dentro de la misma cueva o refugio.