Comunicación social en murciélagos.
Los murciélagos representan uno de los órdenes de mamíferos más diversos, no solo en términos de número de especies, sino también en su ecología e historias de vida. Se sabe que muchas especies utilizan recursos efímeros y/o impredecibles que requieren de una inversión sustancial para encontrarlos y defenderlos, y también participar en interacciones sociales, lo que requiere niveles significativos de coordinación social. Para llevar a cabo estas tareas, los murciélagos deben poder comunicarse; ahora hay evidencia sustancial que demuestra la complejidad de la comunicación de los murciélagos y las diversas formas en que los murciélagos resuelven algunos de los problemas asociados con sus historias de vida únicas.
La comunicación es el proceso durante el cual la información es transmitida por un comunicador y detectada por un receptor. Las señales transmitidas transmiten información importante a los conespecíficos, como la ubicación de parejas adecuadas y descendientes dependientes, o alertan a las personas sobre la presencia de depredadores y la disponibilidad de recursos. Otras señales pueden llevar información sobre la posición de los miembros del grupo, la coordinación de actividades, la invasión de territorios por parte de competidores potenciales o propiedad del territorio, identidad individual e infalibilidad de los alimentos, entre otros.
Los beneficios para los individuos involucrados en el proceso de comunicación son muy diversos y, si bien algunos de ellos pueden tener una relevancia adaptativa relativamente pequeña, un gran número de señales transmitidas durante el proceso de comunicación puede ser esencial para la supervivencia y la reproducción de un individuo.
Debido a que muchas especies de murciélagos pueden confiar poco en la visión debido a sus estilos de vida nocturnos se supone que el sonido y el olfato son modos de señalización particularmente importantes. Por ejemplo, la investigación sugiere que las secreciones de glándulas especializadas, a menudo en combinación con la orina y la saliva, son responsables del reconocimiento de especies en varias especies. Estas señales olfativas también pueden transmitir información sobre el sexo y la pertenencia a la colonia. El olfato se puede usar en combinación con el sonido, particularmente en especies que emiten llamadas de ecolocación de frecuencia constante, para reconocer los conespecíficos de los heteroespecíficos, pero su estructura simple y alta frecuencia no permite que mucha información de identidad individual sea transmitida en largas distancias. Por el contrario, las llamadas sociales pueden codificar un mayor número de señales de identidad individual, y sus frecuencias más bajas aumentan su rango de detección.
También se sabe que las llamadas sociales disuaden a los depredadores, repelen a los competidores de parches de forrajeo, atraen a compañeros de grupo a sitios de descanso, coordinan actividades de forrajeo y se usan durante el cortejo. Además del sonido, las exhibiciones visuales, como el aleteo de las alas o las exhibiciones visuales, pueden usarse durante el cortejo, y el enjambre alrededor de los sitios de descanso puede servir como una señal visual del lugar de descanso. Sin embargo, la comunicación visual en los murciélagos sigue siendo una modalidad de señal poco estudiada.
Finalmente, la forma más común de comunicación táctil conocida en los murciélagos es el aseo social, que puede usarse para indicar la condición reproductiva, pero también para facilitar y fortalecer las interacciones cooperativas.