Cómo afecta el cambio climático a la liebre de cola blanca, y a otros animales de pelaje blanco
La liebre de cola blanca, Lepus townsendii, vive en las regiones frías de norte América (norte de EE. UU. y sur de Canadá) es una especie nival adaptada a los inviernos blancos. Durante el año cambia el pelaje. El gris y marrón son sus colores durante el verano, siendo así más parecido al pelaje de las liebres de regiones más ecuatoriales (tan solo las patas y la cola permanecen blancas, de ahí su nombre). Pero a principios de invierno su pelaje empieza a cambiar hasta volverse prácticamente blanco en todo el cuerpo. De esta manera puede confundirse con su entorno y sobrevivir a los lobos hambrientos que le acechan. Sin embargo, el cambio climático está afectando a la cantidad de nieve que cae en sus territorios y, por lo tanto, puede generarle problemas. Si una liebre de pelaje marrón es fácilmente visible en un campo completamente nevado, una liebre de pelo blanco es igualmente visible en un campo marrón o verde.
Un estudio reciente publicado en la revista Science demostró que el color de las liebres de cola blanca dependía principalmente de la existencia de una capa nevada. Aquellas liebres que viven en zonas con apenas nevadas, son marrones todo el año y las que viven en zonas con parches de nieve adoptan una coloración intermedia. Las liebres de regiones más frías durante el invierno cambiaban más de pelaje mientras que las que viven en regiones con poca nieve estacional pueden no cambiar apenas el color de su pelaje. El estudio demostró que hay una relación directa entre el color del pelaje y la cantidad de nieve. Esto indicó a los investigadores que había algún tipo de regulación para el pelaje de las liebres de cola blanca y que se relacionaba con la cantidad de nieve. Pero, ¿cómo lo hacían?
Los investigadores han encontrado que el cambio del color del pelaje está codificado en 3 genes (denominados corin, ednrb y asip). Estos genes controlan la producción de melanina que da color al pelo. La variabilidad en estos genes también afecta a la supervivencia de las liebres, algunas variables de estos genes son capaces de reprimir mejor el color y esos conejos estarán mejor adaptados a las regiones nevadas, mientras que las variables que permitan menos cambio serán las más frecuentes en las regiones cálidas.
Este estudio pretende abrir varios frentes de investigación. Por un lado, estudiar esta fascinante adaptación al medio ambiente cambiante en el que han evolucionado las liebres de cola blanca, estudiar la variabilidad de los genes que hacen esta adaptación posible y ayudar a conservar la biodiversidad de la especie en el caso de que el cambio climático afecte al entorno de la especie (que se cree que podría llevar a que las poblaciones que tienen más facilidad para aclarar su pelaje se pierdan). Por otro lado, es un primer paso para estudiar esta adaptación en muchas otras especies que cambian de pelaje y cómo les afectará la desaparición de su ecosistema nevado. Finalmente, a nivel ecológico, la adaptación de estas especies será clave para ver cómo afrontan determinadas regiones del planeta los problemas del cambio climático.