Cómo se regenera la cola de las lagartijas
Uno de los fenómenos comunes y a la vez fascinantes de la naturaleza cotidiana son las lagartijas. Esos pequeños reptiles que se encuentran en gran número de hábitats tanto naturales como urbanos son capaces de una habilidad muy poco frecuente entre los vertebrados. Nos referimos a la autotomía caudal que la lagartija, así como algunos otros reptiles son capaces de realizar. ¿Qué es la autotomía caudal? te estarás preguntando, pues bien, es el nombre técnico de perder la cola a voluntad.
A menos que se tenga una fobia irrefrenable a las lagartijas es muy posible que se haya parado a observar a alguna lagartija con una cola corta y grisácea, que claramente desentona con el resto del cuerpo. Con un poco de suerte, o maldad infantil, incluso se puede haber visto en directo como una lagartija pierde la cola. Si es el segundo caso un observador atento verá que la cola seccionada se mueve frenéticamente atrayendo la mirada de los depredadores y permitiendo que la lagartija se escabulla salvando el pellejo. Esta es la función de la autotomía caudal precisamente, es un mecanismo de defensa frente a ataques o situaciones de estrés que permiten (con un porcentaje elevado de éxito) escapar al individuo.
En la cola se almacenan principalmente reservas energéticas en forma de grasas y no constituye ningún órgano vital. Sin embargo, las lagartijas y otros saurios, necesitan la cola para equilibrar su movimiento y tiene importancia durante el cortejo, es por eso que a pesar de que la pierdan son capaces de regenerarla. La nueva cola cuenta con cartílago no segmentado para sustituir a los huesos vertebrales, la musculatura pasa a estar formada por tan solo un haz de fibras musculares y carece tanto de terminaciones nerviosas como de escamas. Investigadores americanos descubrieron en 2014 que durante la regeneración se activaban unos 326 genes, relacionados con cicatrización, desarrollo embrionario o recepción de señales hormonales. Dependiendo de la especie de lagarto, tras unos 30 a 60 días las lagartijas regeneran una cola completamente funcional (aunque no posee la complejidad estructural de la cola original). A una velocidad de entre 0,6 y 0,7 mm diarios. Como vieron un equipo canadiense en 2017, en la regeneración están implicadas las células madre, de las que ya hemos hablado aquí, gracias a ellas se puede reconstituir los tejidos y órganos perdidos, pues mantienen la potencialidad para dividirse y dar lugar a cualquier tipo celular.
Las lagartijas son el animal evolutivamente más cercano al ser humano con capacidad de regeneración de partes enteras del cuerpo.los estudios sugieren que los genes que se activan durante la regeneración están en gran parte compartidos por ambas especies, por lo que esperan que estos resultados puedan transferirse a terapia humana para trabajar en enfermedades como la artritis, lesiones de médula u otros problemas de nacimiento.
Desgraciadamente las lagartijas tienen una capacidad de regeneración limitada. Tan solo son capaces de regenerar la cola, ni pueden regenerar patas, ni tan solo un dedo. Esto es debido a que la enorme complejidad de los órganos y tejidos dificulta esta tarea. Sin embargo, otros vertebrados, como los anfibios, sí que pueden regenerar extremidades perdidas. De hecho, son capaces de grandes reestructuraciones anatómicas, que se denominan metamorfosis.