Biología
Inicio Evolución, Zoología Animales frugívoros, el mutualismo más sabroso entre plantas y animales

Animales frugívoros, el mutualismo más sabroso entre plantas y animales

Publicado por Ramón Contreras

Los animales frugívoros son aquellos cuya alimentación incluye frutas. Hay animales que siguen esta dieta de forma exclusiva y otros muchos de forma parcial durante todo el año o de forma estacional. Alimentarse de fruta crea una dependencia evidente de que haya vegetales fructificando durante todo el ciclo anual. Es por eso que muchas especies no basan su alimentación en fruta durante todo el año, o que la toman para completar una dieta en la que también se incluyen hojas y tal vez otros animales. El frugivorismo es un tipo de alimentación muy extendido. Todos los grupos de animales cuentan con especies con esta dieta. Normalmente los insectos se alimentan del polen o néctar, pero una buena fruta madura y sus azúcares no serán desperdiciados por ellos. En cambio los vertebrados tienen muchas especies frugívoras, por ejemplo el 20% de los mamíferos son parcial o completamente frugívoros. Por otra parte gran cantidad de aves son frugívoras, o granívoras, que comen los granos de las plantas, es decir, solo las semillas dentro de los frutos.

Comer frutas es nutricionalmente una de las alimentaciones que proporciona más energía en forma de azúcares. De hecho, se cree que existe una coevolución entre el desarrollo de frutas más dulces y carnosas y la preferencia nutricional de los frugívoros. Las frutas de las plantas son una forma que han desarrollado para asegurarse que sus semillas se dispersan. El único objetivo de las frutas es ser comidas por los animales que con suerte dispersarán su semilla bien abonada en las heces, o simplemente cuando la descarten mientras comen la fruta. Esta estrategia ha sido de gran éxito y son muchas las plantas que la han adoptado y se han diversificado para ofrecer a los animales una gran variedad de frutas que comer para que no se cansen o su alimentación sea deficitaria. Los animales frugívoros y las plantas con fruto están en un nivel de mutualismo avanzado con una gran dependencia en algunas especies que se alimentan tan solo de fruta.

En las zonas tropicales, donde las condiciones ambientales son muy favorables para las plantas, es muy frecuente encontrar animales que se alimentan exclusivamente de frutas, mientras que en las zonas templadas esta alimentación suele ser estacional, puesto que pocas frutas pueden encontrar los animales durante el invierno. Mientras que muchas semillas son almacenadas por diversos animales para pasar el invierno (lee más sobre el mutualismo animales-bellotas), la propia naturaleza de las frutas, carnosas, llenas de agua y azúcares, hace que no sean tan fáciles de guardar y por lo tanto crean una estacionalidad, siendo la mayoría de frutas de primavera y verano, aunque algunas alargan su fructificación hasta mediados de otoño. No obstante, esta estacionalidad también responde al hecho de que las plantas quieren dispersar sus semillas durante una época del año determinada, para que así la semilla esté en un lugar nuevo para cuando empiece la temporada de lluvia, durante el otoño, con suerte haya encontrado un hueco en el suelo para pasar el tramo frío del año, el invierno, y ya esté completamente preparada para brotar a la primavera siguiente. De hecho, la maduración de los frutos viene determinado del momento en que la planta quiere que su fruto sea comido. Los frutos inmaduros son desagradables al gusto y desincentivan comerlos antes de hora. Así la planta se asegura que el animal se come su fruta en el momento adecuado para que la nueva semilla tenga el tiempo necesario para encontrar las condiciones adecuadas para brotar.