El Plumaje de las Aves
Las aves son animales vertebrados que pueden ser fácilmente distinguidos por la presencia de plumas.
La pluma es una característica exclusiva de estos animales, o sea, está presente en todas las especies del grupo. Además de esto, las aves no poseen dientes, son endotérmicas y presentan un metabolismo elevado.
Más allá que la mayoría de ellas se encuentre adaptada al vuelo, existen algunas excepciones. El pingüino por ejemplo, no vuela pero puede nadar, sumergirse, etc. Ya el avestruz no vuela, pero puede correr y muy rápido.
Adaptación al vuelo
Las aves poseen diversas adaptaciones para el vuelo que están relacionadas al formato aerodinámico y la reducción del peso corporal. La presencia de miembros anteriores, transformados en alas y de plumas, son algunas de estas adaptaciones. La pluma es una estructura liviana pero al mismo tiempo flexible y resistente. Además de actuar en el vuelo, también es un importante aislante térmico.
El aislamiento térmico provisto por las plumas fue esencial para la aparición de la endotermia en las aves. Esto permitió que el calor producido por la alta tasa metabólica de estos animales no se disipase hacia el ambiente externo. Este aislamiento también protege las aves de la pérdida de calor generado por el pasaje de aire por el cuerpo durante el vuelo.
Muchos de los huesos de las aves son neumáticos, esto significa que su interior es hueco, lo que los vuelve más livianos.
En el interior de los huesos neumáticos existen extensiones del pulmón que se llaman sacos aéreos. Los sacos aéreos contribuyen para la reducción de la densidad de las aves, además de promover la refrigeración interna y actuar en los intercambios gaseosos durante la respiración.
Otras características que contribuyen para la reducción del peso son: ausencia de dientes, ausencia de vejiga urinaria y atrofia de las gónadas fuera de la época reproductiva. Además de ello, las hembras generalmente solo poseen un ovario.
El hueso que une las costillas en la región ventral, el esternón, preseta una proyección llamada quilla, que es el punto de inserción de los fuertes músculos pectorales, responsables por el aleteo que permite el vuelo.
Las plumas consideradas como diagnóstico de las aves actuales, están presentes en otros grupos de dinosaurios, entre ellos el propio Tyrannosaurus rex. Estudios revelan que el origen de las plumas se dio a partir de la modificación de las escamas de los reptiles, volviéndose cada vez más diferenciadas, complejas y posteriormente pudieron permitir los vuelos planeado y aleteado.
Se cree que las plumas tendrían sido preservadas durante la evolución por su valor adaptativo, al auxiliar en el control térmico de los dinosaurios, lo que promueve la hipótesis del surgimiento de la endotermia ya en grupos más basales de Dinosauria (con relación a las aves) y paralelamente con la adquisición de la misma característica por reptiles Sinapsida, que dieron origen a los mamíferos.