Biología

Bulbo raquídeo

Publicado por Ramón Contreras

El bulbo raquídeo, médula oblonga u oblongada es la continuación de la médula espinal en su camino ascendente. Es por lo tanto la parte inferior del tronco encefálico. Este tejido atraviesa el atlas (la primera vértebra cervical) y el foramen magno (el agujero situado en la parte posterior del cráneo). Su situación vertical entre la médula espinal y el resto del encéfalo lo convierte en zona de paso obligado para la comunicación entre el encéfalo y el resto del cuerpo. Además es la parte del cerebro encargada de controlar la respiración el bombeo cardiaco, el peristaltismo y el control de la presión sanguínea. El rombencéfalo o cerebro posterior es una porción cerebral de aparición temprana, tanto evolutivamente como en los embriones. En los seres humanos se desarrolla en el tronco encefálico. Que está compuesto por el bulbo raquídeo, el cerebelo y el puente de Varolio. Puedes leer más sobre el tronco encefálico y el mesencéfalo en los artículos que les hemos dedicado aquí y aquí respectivamente.

En este artículo nos dedicaremos a esbozar la función y anatomía del bulbo raquídeo, concretamente en los seres humanos, puesto que cada especie presenta un tamaño diferente dependiendo de las funciones a las que dedique su cerebro. El bulbo raquídeo en los seres humanos tiene un tamaño aproximado de 3 centímetros. Su forma es la de un triangulo invertido. A pesar de su reducido tamaño puede dividirse anatómicamente en tres caras: anterior, lateral y posterior o en dos segmentos: superior e inferior o en 6 cortes transversales que vas a la altura de la unión con la médula espinal, un corte un poco superior al extremo, en el que se encuentran dos astas o masas de sustancia gris, el tercer corte es inferior al cuarto ventrículo, el cuarto corte es cercano al ángulo inferior del 4º ventrículo, otro que atraviesa el ventrículo por la mitad y finalmente el sexto que atraviesa la médula oblonga en su parte superior. Con cada una de estas divisiones se pueden separar las diferentes funciones conocidas del bulbo raquídeo.

El cuarto ventrículo se encuentra en la mitad superior del bulbo raquídeo. Es un espacio lleno de líquido. El cuarto ventrículo es de forma irregular. Está delimitada por delante por el bulbo raquídeo, el istmo y la protuberancia y por el cerebelo detrás.

El bulbo raquídeo es el punto del que salen numerosos nervios, tanto los que controlan las vísceras, como los que controlan movimientos faciales. De la cara posterior sale el nervio craneal XII también llamado hipogloso. De la cara lateral salen los nervios craneales IX o glosofaríngeo, el nervio craneal X o vago y el XI o accesorio. En la cara anterior presenta dos masas denominadas pirámides por su forma. Las pirámides contienen las fibras del tracto córtico-espinal (también llamado el tracto piramidal), o los axones neuronales motoras superiores (los nervios que controlan el movimiento de la cabeza y hombros). Los núcleos o somas de estas neuronas se encuentran en el asta ventral de la médula espinal. Lee más sobre las neuronas el este artículo.

El bublo raquideo es la porción del cerebro que conecta el sistema nervioso central con el periférico.

El bublo raquideo es la porción del cerebro que conecta el sistema nervioso central con el periférico.

Las funciones del bulbo raquídeo comprenden con el control del nervio vago la secreción de enzimas digestivos en el estómago, controla el oído, la garganta y la parte posterior de la nariz. El nervio glosofaríngeo lleva a cabo los mecanismos de deglución, vómito, tos y estornudo para despejar las vías digestivas. El nervio accesorio se encarga de los movimientos del cuello y cabeza.